El 27 de septiembre de 1998, era el último día de la temporada regular de la MLB y se enfrentaban los Rojos de Cincinnati y los Piratas de Pittsburgh. Parecía un día normal de fin de temporada, pero hubo un hecho que marcó la historia de las Grandes Ligas.
Ambos equipos ya no tenían aspiraciones para avanzar a la postemporada, Cincinnati llegaba a este enfrentamiento con marca de 77-85, a 25 juegos del liderato, mientras que los Piratas estaban sumidos en la última posición de la División Central de la Liga Nacional con una marca para el olvido de 69-93.
Fue entonces que el manager de los Rojos Jack MacKeon, decidió darle la oportunidad a un nuevo jugador en su equipo, uno que venía trabajando duro en las menores: Stephen Larking como primera base de los Rojos, debutaba.
Stephen Larking y el peculiar hecho en Cincinatti
Pero, ¿quién diablos era Stephen Larking? Básicamente nadie importante, ni que tuvo trascendencia. La peculiaridad del hecho es que su hermano mayor, Barry Larking, jugaba en las paradas cortas en el mismo equipo y por primera vez jugarían juntos.
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Pero si de por sí, este hecho ya significaba un dato relevante para los libros de historia del beisbol, lo que le dio más trascendencia fue que los hermanos Boone también estaban ocupando una posición en el cuadro de los Rojos.
Aaron Boone (actual manager de los Yankees) y su hermano mayor Brett, ocupaban la tercera y segunda base respectivamente.
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Para hacer más memorable el día, Aaron Boone pegó un cuadrangular con dos hombres a bordo en la sexta entrada, Roberto Petagine y Pat Watkins, quien había entrado como corredor emergente en lugar de Stephen Larkin, quien a su vez conectó su primer hit en Grandes Ligas.
Y fue así que por primera vez, dos pares de hermanos compartieron el infield del mismo equipo en un juego regular de las Grandes Ligas, un hecho histórico que 23 años después lo seguimos recordando.
