Muchos amantes del cine de la cultura popular recordarán la épica escena de Joaquin Phoenix en la película “The Joker” de 2019, aquella donde el actor puertorriqueño caracterizaba al principal enemigo de Batman, mientras bajaba unas escaleras al ritmo de “Rock & Roll 2” de Gary Glitter. Esa misma canción tiene su fama en los círculos del deporte, pero ¿Dónde radica esa popularidad?
La canción del álbum “Glitter” de 1972 tiene dos partes, siendo la segunda (instrumental) la que se asociada como un cántico popular cuando se festejan las victorias. A menudo de le conoce como “The Hey Song” al ser la única palabra que se entiende en ella y que le ha dado popularidad por su fácil entonación.
Su primer uso en el entorno deportivo se remonta a 1974, durante un partido de los Wings de Kalamazoo en la entonces Liga Internacional de Hockey por injerencia del entonces director de marketing y de relaciones públicas del equipo, Kevin O’Brien. Cuando se fue a trabajar a los Rockies de Colorado (No confundir con los actuales de las Grandes Ligas) pero de la NHL dos años después, se llevó el éxito y lo instaló como una tradición, antes de la mudanza del equipo a Nueva Jersey (donde hoy se les conoce como los Devils).
Después las franquicias de Colorado la convirtieron en tema predilecto en sus franquicias, tales como los Broncos y Nuggets de Denver. Desde ahí, empezó a hacerse eco en los deportes universitarios, sobre todo en el futbol colegial de la NCAA con las bandas de guerras y las porristas. En México, se ha convertido en el himno de batalla de los Diablos Rojos del México , desde la época del Parque del Seguro Social, pasando por el Foro Sol, el Fray Nano y actualmente en el nuevo Estadio Alfredo Harp Helú.
Canción polémica
Sin embargo, varias ligas, entre ellas la NFL , vetaron el tema debido a los problemas legales de Glitter (y obviamente por los patrocinadores que buscaban la buena reputación en todo lo relacionado a sus productos) por pornografía infantil y acoso sexual en Europa y Asia. El mismo cantante reconoció en su momento ser fanático de los Chargers de San Diego.
Ese mismo problema afectó la reputación de la canción cuando Billboard los confirmó en 2014. Sin embargo, el aura y el legado siempre será eterno en el entorno deportivo, al revitalizar a las multitudes apasionadas que corean una y otra vez los himnos del deporte.
