La misión Perseverance llegó a Marte este jueves, tras siete meses de vuelo espacial. Sin ningún problema en su aterrizaje, tras superar momentos de enorme tensión para su equipo operativo, conocidos como “minutos de terror”.
El puerto de control de la misión contó con coordinadores de operación en distintos puntos, por la pandemia de Covid-19.
El primer paso para el aterrizaje fue la confirmación de que la cápsula de la misión llegaba ya a la órbita de Marte, inmediatamente terminó la ventilación de la cápsula, lo que permitió el desprendimiento del vehículo. Inmediatamente después, se apagó el sistema de control de crucero para comenzar el descenso.
Una vez desactivado el sistema crucero, Perseverance comenzó a transmitir en tonos, lo que se usó como sistema para conocer el estado de la misión en el lapso en que el orbitador comenzaba a transmitir hacia la Tierra. Inmediatamente, iniciaron las pruebas de propulsión de calentamiento, para orientarse hacia la entrada al planeta.
Tras 14 minutos de maniobras, el vehículo entró a la atmósfera de Marte, a una velocidad de 5.2 kilómetros por segundo, a una altura de 67 kilómetro sobre la superficie. Los operadores confirmaron, a través de un sistema de telemtría, que entró de forma horizontal al planeta, lo que requirió que la nave corrigiera de forma automática su trayectoria de vuelo con dirección al punto de aterrizaje.
El paracaídas fue desplegado correctamente, lo que permitió el descenso correcto de la nave y la separación del escudo antitérmico.
Segundos después, el radar del vehículo encontró la superficie, para iniciar con el descenso y visualizar el proceso de aterrizaje.
La aeronave aterrizó correctamente sin ningún problema e inició su desplazamiento en superficie, recorriendo distintos puntos del planeta, e identificó un punto de amenaza a 35 metros, que no significó riesgos para el descenso.
Perseverance, el laboratorio de astrobiología más avanzado que jamás haya volado a otro mundo, se dirigía a un aterrizaje autoguiado dentro de una vasta cuenca rocosa llamada Cráter Jezero, en el borde de un delta fluvial remanente tallado en el planeta rojo hace miles de millones de años.
El rover Perseverance es una evolución del vehículo explorador Curiosity, que fue lanzado hacia marte en 2011.
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LA SELECCIÓN DEL PUNTO DE ATERRIZAJE
Esta parte fue seleccionada como el punto de ‘amartizaje’ debido a que científicos de la NASA consideran el Cráter Jezero como un posible lago seco, pues cuenta con un canal de entrada y otro de salida, además de una delta de río en perfectas condiciones, donde esperan encontrar señales de vida micro bacteriana.
El vehículo aterrizó de forma automática y con un retraso en su transmisión hacia la Tierra de 11 minutos y 33 segundos, por la distancia entre la Tierra con Marte. Por este retraso, científico llamaron a los minutos siguientes a la desconexión pilotada a distancia como “minutos de terror”, pues el vehículo y sus dispositivos de aterrizaje tenía que operar de forma independiente, sin que en la Tierra hubiera certeza del éxito de la misión.
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