Las 221 Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI), propias y contratadas por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se han mantenido abiertas y en servicio durante toda la pandemia por Covid-19; esta medida ha beneficiado a 23 mil 339 menores.
Así lo dio a conocer Luis Antonio Ramírez Pineda, director general del instituto, quien destacó que se trata de una acción extraordinaria para los trabajadores del Estado,que no pudieron quedarse en casa debido a que desempeñan trabajos esenciales.
Para la atención de los pequeños, se adoptaron las medidas y protocolos necesarios en coordinación con el Sector Salud, para evitar el contagio y propagación del COVID-19.
Por ejemplo, las estancias operan únicamente con el 30 por ciento de la plantilla. Además, el personal en riesgo como los mayores de 65 años, embarazadas y en periodo de lactancia, así como quienes padecen enfermedades crónico-degenerativas, no asiste presencialmente.
El instituto dio a conocer que las directoras y sus equipos interdisciplinarios, conformados por médico, enfermera, psicóloga, nutriólogo, trabajadora social y jefe de área pedagógica, han acudido a las estancias desde marzo de 2020 a la fecha.
Vigilancia de hábitos alimentarios
Desde que comenzó la pandemia, el ISSSTE ha brindado servicio a mil 519 niños en promedio. El segundo trimestre de 2020 recibieron a 177 infantes, mientras que desde abril de 2021, son dos mil 819 aproximadamente, los que han asisitido. Así lo informó, Edgar Díaz Garcilazo, director normativo de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del ISSSTE.
Díaz Garcilaso agregó que en coordinación con la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, en todas las estancias se ha revisado y actualizado la Guía Básica de Alimentación, dirigida a lactantes, maternales y preescolares.
También se reconfiguraron 25 menús, con el fin de favorecer la transición de la lactancia a alimentos sólidos; sustitución de proteína animal por vegetal y reemplazo de alimentos ultraprocesados.
Por último, desde septiembre de 2020, se echó a andar el Programa de Hábitos Alimentarios, a fin de realizar el primer diagnóstico de infantes con problemas de peso y talla, e intervenir en su alimentación.
