Rafita, de 6 años, salió a comprar tortillas; terminó secuestrado y asesinado en Ciudad Juárez
La Galera recuerda el triste caso de Rafita, un niño de 6 años que fue secuestrado tras ir a comprar tortillas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Después fue asesinado y escondido por cuatro días.
Uno de los casos más insólitos que atormentaron a México ocurrió en el 2018 en Ciudad Juárez, Chihahua, donde un niño de apenas 6 años, a quien de cariño llamaban Rafita, desapareció un día de agosto y no se volvió a saber de él hasta que apareció su cuerpo envuelto en una bolsa de plástico, abandonado en un lote baldío.
En este nuevo capítulo de La Galera , Salvador Maceda platica con Lety Villarreal, la corresponsal de Fuerza Informativa Azteca (FIA) en la frontera, quien siguió de cerca el brutal caso de David Rafael Santillán Vargas, a quien un joven le arrebató la vida en su casa de manera violenta.
¿Qué le pasó a Rafita Santillán, el niño que fue asesinado en Ciudad Juárez?
El 8 de agosto de 2018, David Rafael salió de su casa junto a su hermano Emiliano para comprar tortillas en las Praderas del Pacífico, en Ciudad Juárez; sin embargo, el pequeño se adelantó y se perdió entre las calles. Tras algunos minutos de búsqueda, Emiliano regresó a casa para avisar que su hermanito había desaparecido.
Tras movilizar a toda la comunidad de la zona, se empezó a correr la voz para encontrar a Rafita, pero lamentablemente, lo siguiente que se supo de él fue hasta el 13 de agosto, cuando apareció su cuerpo sin vida, con un golpe en la cabeza, envuelto en una bolsa de plástico y en un lote baldío a espaldas de su propia casa.
¿Quién mató a Rafita, el niño de seis años secuestrado en Praderas del Pacífico, Cd. Juárez?
De inmediato, la Fiscalía General del estado de Chihuahua inició la investigación, la cual arrojó que testigos habrían visto a una camioneta en la zona, de donde arrojaron el cuerpo envuelto de Rafita. Una cámara de seguridad identificó el vehículo, el cual vecinos identificaron que se trataba de uno de los habitantes de la zona.
Esta fue la principal prueba para obtener una orden de cateo contra dicho vecino, un joven de 23 años que se llama Rosalío Soledad Morales. Tras indagar en el inmueble con luz ultravioleta, se pudo comprobar que el individuo había asesinado a Rafita en la sala de su casa, y posteriormente arrastrado hasta el clóset de su cuarto, donde lo escondió durante al menos cuatro días.
Debido a que el asesino de Rafita trabajaba en una funeraria, consiguió líquidos para inhibir el olor, hasta que la presión social lo obligó a arrojar su cuerpo al lote baldío y, finalmente, confesar su crimen ante las autoridades.
Por este hecho, Rosalío Soledad fue sentenciado a 45 años de cárcel, mismos que purga en el Penal Estatal de Ciudad Juárez. El joven intentó alegar trastornos mentales para evadir su responsabilidad, pero las autoridades demostraron que el joven actuó de forma consciente.
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