Fiammetta cambió el sonido de campana de la escuela por el de varios cencerros, y no solo eso, su aula es al aire libre a una altura de mil metros sobre el nivel del mar, en un prado del poblado italiano de Mezzolombardo.
Su papá le coloca una mesa, ella instala una computadora portátil con un cuaderno para no perder detalle de sus clases en línea. Los descansos los aprovecha para acariciar y cuidar de sus compañeras, las cabras.
Como la mamá de Fiammetta trabaja tiempo completo, la pequeña se habría quedado sola en casa todo el día, así que papá optó por llevársela al campo para que estudiara, mientras él cuida de 300 cabras.
Por fortuna, la conexión a internet es buena en la montaña y lo hace a través de un teléfono móvil.
Papá asegura que con la experiencia de tener clases en línea y casi al mismo tiempo cuidar de un rebaño, Fiammetta obtendrá aprendizajes diferentes pero útiles para el desarrollo de un niño.
Especifícamente en Italia, las escuelas han estado cerradas para combatir el aumento de contagios por COVID-19 y las restricciones permanecerán vigentes hasta el 6 de abril.
Las clases de esta pequeña de 10 años, así como las de muchos niños en el mundo, se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19.
En algunos países, las escuelas no han abierto desde el inicio del confinamiento que ya en varias zonas ya cumplió un año.
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Mientras que en otros, reanudaron temporalmente pero regresaron de nuevo al cierre por el aumento de contagios. Así que maestros y alumnos continúan con las clases en línea.
¿Por qué Fiammetta removió recuerdos?
El ambiente donde Fiammetta toma clases, remontó a personas mayores de 30 años a los Alpes Suizos donde una niña llamada Heidi vivió con su abuelo así como con su perro “Niebla, además conoció a su amigo Pedro y cuidó cabras.
Fue una serie de ánime que se estrenó en Japón en 1974, con el nombre de “Heidi, la niña de los Alpes”, que llegó México cuatro años después.
