Recuerdo perfectamente la primera vez que entré a una de las tiendas donde la mayoría de los productos costaban un dólar; ese día, terminé pagando más de 90 dólares por una multa, al no darme cuenta del tiempo vencido del parquímetro. Y es que el tiempo corría, y apenas podía creer que todo lo vendían a 99 centavos, desde una bolsa de regalo -que fue lo que me llevó a entrar-, hasta productos de limpieza y demás.
Cadenas de tiendas que se hicieron famosas por ofrecer productos de un dólar cerrarán sus puertas. “Me siento muy triste, era la tienda donde siempre sabía que podía encontrar algo”, me dijo una señora mientras decidía qué otra cosa comprar antes de que cierren. “Necesito papel de baño, ese no se echa a perder”, compartió otra.
En las últimas semanas, varias cadenas cuyo nombre hace honor al dólar, anunciaron el cierre de sus tiendas; quizá uno de los mayores impactos se da en la de 99 centavos, que cerrará todos sus establecimientos, dejando a consumidores perdidos y a cientos de empleados sin trabajo.
En la ciudad de Los Ángeles, donde poco más de 30 establecimientos cerrarán sus puertas, se está ofreciendo ayuda para los empleados:
“Estoy instruyendo a todos los departamentos que hagan disponibles todos los recursos necesarios para todos los que serán impactados en las próximas semanas”, afirmó Karen Bass, la alcaldesa, hace unos días. “Tenemos que hacer todo lo que podamos para ayudar a los angelinos en estos momentos difíciles”.
La caída de un emporio
Fue en 1982 cuando se abrió la primera tienda de 99 centavos en Los Ángeles. A fin de atraer clientela, el fundador David Gold vendió televisores a los 13 primeros clientes, por menos de un dólar, estrategia que uso conforme fue abriendo otros establecimientos.
Fue el principio de un emporio, que llevó a la compañía crecimiento tal, que en 1996 se convirtió en una compañía pública de la mano de su expansión abriendo tiendas en otros estados como Nevada, Texas y Arizona; valuada en mil seiscientos millones de dólares, la familia Gold decidió vender su compañía a una firma privada, en el 2011.
Cuatro años después, la compañía comenzó a adquirir deuda, sin lograr recuperarse, hace unos días se declararon en bancarrota y decidieron cerrar todas sus tiendas.
“Fue una decisión muy difícil y no el resultado que esperamos tener”, dijo en un comunicado Mike Simoncic, CEO de la compañía; citando problemas suscitados por la pandemia, y el incremento en robos, tanto de empleados como clientes. Admitió que la compañía no puede seguir operando bajo números rojos.
Aunque ya tiene unos años que no todos los productos que se promocionan -haciendo alusión al dólar-, costaban esa cantidad, para muchos locales y hasta extranjeros, era una opción para encontrar desde alimentos hasta artículos de belleza a precios atractivos.
