En Acapulco, Guerrero, vecinos de la colonia Parque Ecológico Viveristas, ubicado a escasos metros del Aeropuerto Internacional, viven en un campo de lucha por la justicia contra la Guardia Nacional. La pequeña comunidad de apenas 300 familias, que aparentemente viven en un ambiente tranquilo, atraviesan un ‘calvario’, pues varias de sus tierras continúan siendo ‘explotadas’.
Vecinos de la localidad informaron que a lo largo de los años han perdido hasta tres terrenos comunitarios, dos de ellos, a manos de privados que construyeron viviendas, y otro fue ocupado para construir un cuartel de la Guardia Nacional.
Explicaron que hasta entonces callaron, pero el descontento se hizo insoportable después de que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional les informaran que se apropiarían de su cancha de fútbol.
“Vinieron aquí, estaban vestidos de militares. Con papeles, unas personas se acercaron y dijeron que este terreno ya había sido dado para los cuartos, las viviendas de los militares. Realmente, no nos vamos a dejar”, explicó Rafael Salgado García, representante de los inconformes.
Este campo de futbol, antes bello y en óptimas condiciones para el recreo de jóvenes y adultos, ahora luce descuidado. Esto, como consecuencia del daño provocado por el huracán ‘Otis’, aseveraron que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano se había comprometido a reparar la cancha, pero eso jamás ocurrió.
Por el momento, la colonia únicamente cuenta con cuatro áreas verdes: la cancha, la iglesia católica, una obra negra que sería una casa de la cultura y un templo evangélico. Ahora, temen que si permiten la toma del campo de fútbol, los militares absorban también las otras áreas.
“En su momento, nos dijeron que era equipamiento urbano, y como tal, las hemos conservado. Nadie de la colonia se ha quedado con un área verde, entonces, ¿cómo la autoridad abusando del poder que tienen nos somete y nos crea conflicto?”, señaló Ana Luisa, presidenta de la comunidad.
Vecinos comentaron no entender el afán por tomar terrenos de la comunidad cuando hay tierras privadas en abandono que podrían adquirir, compartieron sentirse frustrados y abandonados por el gobierno; advirtieron que defenderán hasta el final las últimas áreas verdes que les restan.
