Australia presionará a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para obtener una investigación sólida e independiente sobre el origen del Covid-19, según medios internacionales.
La representación australiana en la junta de alto nivel en la OMS aseguró que aprovechará sus últimos meses en este apartado para obtener resultados contundentes, aunque previamente China tomó represalias comerciales tras un primer llamado de Australia.
Recientemente, la OMS presentó un adelanto del primer informe, que se comenzó a hacer en abril pasado, también por llamado de Australia.
“Australia alienta a todos los países a participar de manera abierta y constructivamente en el proceso de evaluación”, fue la respuesta de la delegación australiana.
El primer informe será presentado en mayo próximo por un panel independiente co-presidido por la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark. La presentación se llevará a cabo poco antes de que Australia deje su lugar en la junta de alto nivel de la OMS.
Aunque la delegación australiana se dijo satisfecha con el primer adelanto, el informe final deberá ser presentado ante los 194 países miembros de las Naciones Unidas, por lo que se deberán presentar pruebas contundentes.
“Australia seguirá trabajando con los estados miembros de la junta ejecutiva para reforzar nuestras expectativas de una evaluación sólida, independiente y completa de la respuesta al Covid-19, y para fortalecer la capacidad de la OMS para prevenir, mitigar y responder a futuras pandemias”, señaló un representante de la representación australiana.
Australia evaluará postularse a otro ciclo en el futuro, principalmente porque aún dudan de la fiabilidad que tengan los resultados de la primera investigación.
Localmente, diversas voces dentro del gobierno y parlamento australiano han sido críticos con el trabajo de la OMS. Una de ellas fue la senadora Concetta Fierravanti-Wells, quien mencionó que la investigación aprobada por la asamblea “es una versión diluida de lo que solicitó Australia”.
La senadora ha manifestado su preocupación porque considera que la investigación ya fue bloqueada por autoridades chinas.
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A raíz de estas supocisiones, las relaciones diplomáticas y comerciales entre Beijing y Sydney se han desgastado. La semana pasada, medios australianos reportaron que cerca de 50 buques carboneros esperaban en las costas chinas para poder desembarcar. Autoridades del gigante asiático señalaron que mantendrían un bloqueo como medida precautoria ante las plagas que azotaron Nueva Gales del Sur y Australia Occidental y que probablemente afectarían el material transportado por los buques.
Por otra parte, la OMS convocó previamente a un estudio global independiente para conocer los orígenes del Covid-19, en el que están incluidos 10 expertos de todo el mundo.
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