10 de mayo.- El Primer Ministro británico Boris Johnson instó el domingo a la población a “mantenerse alerta” ante los peligros del coronavirus, mientras se preparaba para perfilar los planes para reducir gradualmente las medidas de confinamiento que han cerrado gran parte de la economía durante casi siete semanas.
La decisión del Gobierno de sustituir su distintivo eslogan “quédate en casa” fue criticada por los partidos de la oposición, que sostuvieron que “mantente alerta” es demasiado ambiguo.
Se espera que Johnson, que dará un discurso televisado a las 18:00 GMT, anuncie una reducción limitada de las restricciones, como por ejemplo alentar a quienes que no pueden trabajar desde casa a que vuelvan a sus oficinas y fábricas.
“Todo el mundo tiene un papel que desempeñar para ayudar a controlar el virus manteniéndose alerta y siguiendo las reglas. Así es como podemos seguir salvando vidas mientras empezamos a recuperarnos del coronavirus”, dijo Johnson en un mensaje de Twitter.
También tuiteó un nuevo póster del Gobierno que enumera las reglas que incluyen “permanecer en casa tanto como sea posible”, “limitar el contacto con otras personas” y “mantener la distancia si se sale”.
Johnson detallará un sistema, que va desde el “verde” en el nivel 1 al “rojo” en el nivel 5, que permitirá al Gobierno señalar los riesgos de coronavirus en diferentes partes de Inglaterra y aumentar las restricciones cuando sea necesario.
El Gobierno quiere que las otras naciones constituyentes del Reino Unido - Gales, Escocia e Irlanda del Norte - sigan los mismos pasos, pero éstas tienen el poder de divergir en sus medidas.
La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, dijo que el único cambio que estaba haciendo a las medidas de confinamiento era permitir que la gente haga ejercicio más de una vez al día.
“Ese es el único cambio que el Gobierno escocés considera que es seguro hacer ahora mismo sin arriesgarse a un rápido resurgimiento del virus”, dijo en una rueda de prensa.
Sturgeon añadió que se mantenía fiel al mensaje de “quédate en casa” y había pedido al Gobierno británico que no utilizara su campaña publicitaria de “mantente alerta” en Escocia.
