En 2019 hubo 37 homicidios por cada 100 mil habitantes en El Salvador. El motivo principal de las altas tasas de asesinatos se debe al crimen organizado.
Tres años después, el sábado 27 de marzo de 2022, el país centroamericano vivió el día más violento desde que Nayib Bukele asumió la presidencia en junio de 2019.
Y una vez más, la policía y el Gobierno atribuyeron la responsabilidad del alza en el número de homicidios, a las pandillas.
Para contrarrestar ese escenario, Nayib Bukele activó un estado de excepción, que es un mecanismo legal para abordar situaciones de emergencia y debe ser eminentemente temporal.
Aunque el presidente salvadoreño ha gobernado, desde marzo de 2022, bajo esta figura, dándole un carácter permanente e indefinido. Y justo por eso es que empezó la tormenta de críticas.
¿Hay violación a los Derechos Humanos en El Salvador?
Generalmente hechas desde organismos internacionales, porque en su país tiene una aprobación del 89 por ciento.
Más de 55 mil personas han sido detenidas en El Salvador desde el inicio del régimen de excepción. Es decir, el 1.7 por ciento de la población mayor de edad del país, lo que ha resultado en un hacinamiento inédito en cárceles, hasta entonces, controladas por las pandillas.
Los menores de 16 años pueden ser condenados hasta a 20 años de cárcel. Los presos pueden pasar días sin comida y sin ropa.
Muchos de los detenidos han sido enviados a una cárcel conocida como El Penalito, un edificio en ruinas en la capital, San Salvador, que se ha convertido en la zona de la que quizá sea la represión policial más agresiva de la historia del país centroamericano.
Tras pasar ya sea días o semanas en El Penalito, muchos de los reclusos son trasladados directamente a centros de máxima seguridad.
¿Violación a los Derechos Humanos? Quizá, pero ¿y los derechos humanos de los salvadoreños honrados? ¿Quién piensa en ellos?
