La organización Shark Allies alertó que el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 provocaría la muerte de medio millón de tiburones debido a que se utiliza el escualeno, una sustancia que se extrae del hígado de este animal en etapa adulta.
Shark Allies lanzó una petición en Change.org para pedir que esta sustancia sea sustituida por otras sustancias que pueden producirse de manera sostenible.
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De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo actualmente hay 34 vacunas candidatas en evaluación clínica y 142 vacunas en evaluación preclínica, de estas, 17 usan adyuvantes de escualeno y cinco usan esta sustancia.
“Con miles de millones de vacunas necesarias, la cantidad de tiburones capturados cada año podría ser de cientos de miles”, alerta la organización.
Por ello recomendó que para que las vacunas sean eficaces de una manera sostenible se pueden usar a partir de bacterias, levadura, aceite de oliva, incluso de algas.
Did you know that shark liver oil (squalene) is a common ingredient in vaccines? As it stands 5 COVID-19 vaccine developers are even using it, despite EXISTING sustainable alternatives. Help us send a message to them, please sign and share far and wide! https://t.co/nkx2kZPzmh pic.twitter.com/LwruuMXU0g
— Shark Allies (@SharkAllies) September 11, 2020
En la petición también se advierte que debido a que la mayor parte del escualeno proviene de países donde no está regulado la pesca y producción de aceite.
“No es sostenible ni confiable para la producción masiva de una vacuna Covid-19. La mayoría de las especies de tiburones ya se encuentran en niveles críticos y no resistirán un aumento en la demanda de una vacuna mundial. Los países que producen escualeno de tiburón pronto necesitarán el aceite para su propia vacuna”, advierte la petición que ya rebasa las 50 mil firmas en la plataforma.
Por lo que la organización se dirigió a las empresas farmacéuticas y aquellas instancias que regulan las vacunas en Estados Unidos, Chima y Reino Unido para que busquen alternativas y no ocurra un “desastre” tanto para los tiburones como para los seres humanos.
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