El artista de graffiti guerrillero Banksy había entablado una prolongada batalla legal con la pequeña empresa de tarjetas de felicitación Full Color Black, que vendía productos con la imagen de un palestino lanzando un ramo de flores.
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Ahora, un panel de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea ha anunciado su decisión de revocar la marca registrada del artista, con el argumento de que no podía demostrar definitivamente que era el creador del mural.
La marca registrada, que se estableció a través del “servicio de manipulación” de Banksy, Pest Control, en 2014, es distinta del método tradicional para que un artista proteja su trabajo mediante derechos de autor.
Para que un copyright sea válido, el creador debe estar identificado positivamente, lo que en realidad no era una opción para Banksy, el famoso artista de graffiti sin rostro que se ha hecho un nombre gracias a su anonimato.
La marca comercial, por el contrario, está destinada a ayudar a los consumidores a identificar productos genuinos en función de su marca. Básicamente, Banksy había intentado evitar exponer su identidad operando como una marca en lugar de un individuo, pero para defender esa marca tenía que haber una empresa que la usara.
El otoño pasado, Banksy presentó su tienda en línea junto con una tienda física en el área de Croydon, en el sur de Londres.
La e-commerce ofrecía “soluciones para la riqueza”, incluido un bolso de mano que consistía en un ladrillo con algunas correas de cuero atadas, una alfombra de imitación de piel de tigre que se asemejaba al cadáver desollado y lleno de cavidades de Tony el Tigre y, críticamente, impresiones del “lanzador de flores”.
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Lo que es algo sorprendente es que la declaración del panel fue más allá, indicando que los esfuerzos de Banksy por retener los derechos de su trabajo mientras ocultaba su identidad fueron inútiles; esa marca comercial está sujeta a los mismos problemas que los derechos de autor, porque él nunca puede demostrar que es el verdadero dueño de su obra.
