El pasado 22 de julio, China autorizó el uso de candidatas a vacunas contra coronavirus en personal médico y funcionarios para “casos de emergencia”, así lo anunció el director del Departamento de Desarrollo de Ciencia y Tecnología de la Comisión Nacional de Sanidad, Zheng Zhongweu.
Durante una entrevista al medio estatal CCTV, mencionó que se ha estado inoculando a varios grupos, entre los que se encuentran personal médico y funcionarios de fronteras, “en conformidad con la ley”.
“Se han elegido estos colectivos porque tienen más probabilidades de infectarse con el coronavirus. La mayoría de los casos que China registra ahora son importados, por lo que los funcionarios fronterizos son un grupo de alto riesgo”, señaló Zheng Zhongweu, aunque no especificó cuántas personas recibieron inyecciones ni qué vacunas se administraron de las que está desarrollando el país.
También detalló que en el futuro, el programa de vacunación podría ampliarse a personas que trabajan en las industrias de transporte y los servicios o en mercados subterráneos, para “crear una barrera de inmunidad”.
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Zheng indicó que “las vacunas chinas serán asequibles para el público” cuando estén listas, y que su precio podría ser “incluso más bajo” que el anunciado la semana pasada por el presidente de la empresa estatal China National Biotec Group -parte de la farmacéutica Sinopharm-, Liu Jingzhen.
De acuerdo con China Daily, el país asíatico cuenta con cinco posibles vacunas que han alcanzado al menos la segunda fase de pruebas, de las cuales una se basa en un vector viral para transportar partes del coronavirus, y las otras cuatro en una versión inactivada del agente infeccioso causante de la pandemia de covid-19.
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