Las fuertes lluvias a lo largo de la costa este de Australia durante el fin de semana han provocado las peores inundaciones en medio siglo en algunas áreas del país. Miles de personas se han visto obligadas a desalojar sus hogares, que han sufrido daños severos.
La Primera Ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo que las lluvias en todo el estado, el más poblado de Australia con 8 millones de personas, fueron peor de lo esperado inicialmente, especialmente en las áreas bajas del noroeste de Sídney.
“Ayer, esperábamos que fuera un fenómeno que no había ocurrido en 20 años, pero fue algo que no había sucedido en 50 años”, dijo Berejiklian en una sesión informativa televisada.
Se ordenó a las personas en partes del noroeste de Sídney que salieran de sus casas en medio de la noche ya que las inundaciones repentinas causaron una destrucción generalizada. A última hora del domingo, se pidió a otras 1.000 personas que evacuaran.
Imágenes de televisión y redes sociales mostraron enormes caudales de agua sobre casas, carreteras y la infraestructura vial. Los servicios de emergencia estiman que las casas dañadas se cuentan por “cientos”.
Varias carreteras principales fueron cerradas, mientras que muchas escuelas suspendieron las clases para el lunes.
El Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, en una publicación de Facebook anunció asistencia financiera federal para los afectados.
Las inundaciones contrastan con los devastadores incendios forestales que azotaron al paía a fines de 2019 y principios de 2020, cuando casi el 7% del territorio de Nueva Gales del Sur se quemó.
Se establecieron advertencias de desalojo y riesgo de inundaciones en aproximadamente 13 áreas en Nueva Gales del Sur, incluida Hunter, una región vinícola. Varias presas, incluida Warragamba, el principal suministro de agua de Sídney, sobrepasaron su capacidad y eso, ha provocado un aumento en el nivel del río.
