Carlos Reinier Velázquez, es un niño originario de Cuba y aunque pudiera parecer un pequeño normal, la realidad es que cuenta con una gran inteligencia que en medio de la pandemia ha usado a su favor al desarrollar un videojuego desde la plataforma RPG Maker MV.
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Antes de la llegada del Covid-19, Carlos se encontraba terminando la primaria y hasta el momento ha existido un impedimento para que continúe con sus clases de primero de secundaria. Sin embargo, con sus conocimientos en el idioma chino y con lo básico de inglés, se ha puesto manos a la obra para crear un particular juego electrónico.
Seis meses antes del confinamiento, el menor comenzó con sus clases de chino en la Casa de Artes y Tradiciones Chinas, una institución sociocultural comunitaria que se encuentra ubicada en el centro del barrio chino en La Habana.
El pequeño de 12 años comentó que el estudio chino fue una necesidad ya que, cuando hacía algunas búsquedas en Internet sobre tecnología y programación, una buena parte de la información está en ese idioma.
A pesar de que no ha podido presentarse a sus clases en estos últimos siete meses, Carlitos, como lo llaman en su casa, repasa lo aprendido y los emplea con sus otros conocimientos, al punto de crear un videojuego en el que Soberana-01, la vacuna cubana, enfrenta a seis virus del SARS-CoV-2.
Reineir Velázquez se sintió motivado para desarrollar este juego después de que se diera a conocer que los expertos cubanos se encontraban trabajando en una vacuna para combatir al Covid-19. Para lograr esto, el menor tuvo que estudiar toda la información pública que se encuentra disponible en la página web del habanero Instituto de Vacunas Finlay.
El videojuego se llama “Soberana01 vs SARS-CoV-2” y comienza cuando una persona estornuda en la calle y contagia a otra, lo que hace que el jugador se introduzca en una batalla de seis niveles en el que tiene que desaparecer al virus.
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Sus familiares le pidieron que tratara de desarrollar un juego sencillo, pero el niño se negó y le dio cierto grado de dificultad, tal cómo ha sido enfrentar al Covid-19 en la vida real. No obstante, ya se concluyó la segunda versión del videojuego y Carlos pretende que se popularice en Cuba.
