Muriel Bowser, alcaldesa de Washington D.C., decretó toque de queda ante la tensión que se vive en el Capitolio y sus inmediaciones encabezada por simpatizantes del presidente Donald Trump, durante la sesión en la que se certifciaría el triunfo de Joe Biden en las elecciones de noviembre pasado.
La medida preventiva comenzará a las 18:00 horas, tiempo local, con la intención de contener a los manifestantes. Seguidores del presidente Trump llegaron a las inmediaciones del recinto legistalivo y poco a poco lograron colarse.
Primero rompieron el cerco policial al rededor del capitolio, luego pelearon con los integrantes de la policía local acusándolos de ‘traidores a la patria’. Finalmente entraron al Capitolio, por lo que Senadores y representantes de la Cámara Baja permanecen bajo resguardo. La sesión de conteo de votos fue suspendida.
Fuentes señalan que el vicepresidente Mike Pence, quien presidía la sesión, fue desalojado ante los disturbios.
La policía lanzó gases lacrimógenos y ordenó la evacuación de varios edificios de oficinas después de que los manifestantes irrumpieron en el Capitolio y fueron vistos marchando por los pasillos del Congreso.
Ante la tensión, el presidente Trumpo pidió a través de su cuenta de Twitter a sus seguidores que respetaran a los elementos de la policía.
“Por favor, apoyen a nuestra policía del Capitolio y su esuferzo. Realmente ellos están del lado de nuestro país, ¡manténganse pacíficos!”, escribió.
Please support our Capitol Police and Law Enforcement. They are truly on the side of our Country. Stay peaceful!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 6, 2021
Minutos antes, Trump acusó al vicepresidente Pence de no haber tenido el coraje suficiente para cambiar el resultado de la elección.
“Mike Pence no tuvo el coraje que debía tener para proteger a nuestro país y nuestra constitución, al no darle a los estados una oportunidad de entregar datos corregidos y no los resultados imprecisos y fraudulentos que ya fueron previamente certificados. ¡Estados Unidos demanda la verdad!”, escribió el mandatario.
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Por su parte, Mitch McConnell, líder del bando republicano en el Senado, desestimó las acusaciones de fraude del presidente Trump.
“Ante nosotros, nada prueba la ilegalidad, ni siquiera a una escala masiva que habría inclinado la elección. Ni la duda pública por sí sola puede justificar una ruptura radical cuando la duda misma fue citada sin ninguna evidencia”, aseveró el Senador.
De momento, la sesión permanece detenida y se desconoce si se reanudará en el transcurso del día.
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