Ciudad de México. La vicecoordinadora de los senadores del PAN, Kenia López Rabadán acusó a los diputados y senadores de Morena de obstaculizar la posibilidad de llegar a un acuerdo para la realización del periodo extraordinario en el que se aborde el tema del desafuero de los diputados Mauricio Toledo del PT y del morenista Benjamín Saúl Huerta.
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La legisladora señaló que los legisladores de Morena y sus aliados tratan de evitar costos políticos por lo que buscan retrasar el desafuero de los legisladores señalados.
“Sigue sin haber una definición del periodo extraordinario y es una vergüenza, están tratando de arropar a un posible pederasta. Es muy lamentable lo que se está viviendo aquí en la Comisión Permanente en medio de esta necesidad de justicia, cuando estamos viendo los peores índices delictivos, incluso en contra de los niños y aquí pareciera que Morena y sus aliados tienen una disputa interna y les preocupa más sus necesidades electorales o políticas que darle respuesta a las víctimas y dar justicia en este país. Sigue sin haber acuerdo”.
Cifras de activistas asesinados
En conferencia de prensa la senadora Rabadán también hizo precisiones a señalamientos hechos desde Palacio Nacional. Rechazó que las cifras en relación a los 56 activistas asesinados en la actual administración sean producto de propaganda política de los adversarios al gobierno federal ya que ese número es la que ha dado a conocer la Secretaría de Gobernación.
“La realidad es que la Secretaría de Gobernación reportó que desde diciembre de 2018 a julio de este año, no sólo se asesinaron a 56, hemos escuchado según él propaganda de sus adversarios, no sólo se han asesinado a 56 personas, sino que en total van 68 activistas muertos y, desafortunadamente, seguimos contando”.
También precisó que a los médicos cubanos que apoyaron a contrarrestar la pandemia en México no lo hicieron en forma gratuita sino que se les pagó más de 135 millones de pesos por sus servicios, tan sólo en la Ciudad de México, a los que calificó como deficientes.
“A ver, de entrada, el gobierno de Cuba no los mandó gratis, al menos en la Ciudad de México se pagaron más de 135 millones de pesos por la participación de 585 miembros del personal médico y de enfermería, todos ellos cubanos. Al parecer, no tenían en muchos casos la preparación adecuada y gozaron de privilegios, mientras que nuestros guerreros de la salud ni un tapabocas tenían”.
