El arte por definición es una expresión humana de una actividad creativa y estética, pero ante el auge de nuevas técnicas ahora la pregunta es: ¿Qué pasa si en un lienzo ha intervenido la Inteligencia Artificial?
Ante esta pregunta se levantan distintas voces, como la del curador Ahmed Bautista, quien considera interesante que cada que existe una nueva tecnología que aporte al arte, se genera el debate si ésta le quita la esencia o no a una obra. Sin embargo, considera que debemos recordar que hasta esa tecnología fue inventada por un ser humano.
Inteligencia Artificial, ¿herramienta para crear arte?
Hoy, muchos de los artistas utilizan la Inteligencia Artificial como herramienta. Incluso existen piezas creadas al 100% con esta tecnología, como el caso del Retrato de Edmond Belamy, el cual fue subastado en 432 mil dólares en 2018.
La estratega digital Érika Sotelo afirma que la primera vez que se experimentó con Inteligencia Artificial en el arte fue en 1960, con Harold Cohen. Dice que su Inteligencia Artificial creaba las imágenes, y así él las podía dibujar. Después, en la década de 2010, la Inteligencia Artificial empezó a analizar figuras, imágenes, textos, colores, y a “realizar” composiciones.
Announced by Mark Zuckerberg this morning — today we're releasing DINOv2, the first method for training computer vision models that uses self-supervised learning to achieve results matching or exceeding industry standards.
— Meta AI (@MetaAI) April 17, 2023
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Hay quienes pueden satanizar la intervención de la Inteligencia Artificial hoy en el arte, pero otros recuerdan que lo mismo sucedió con el surgimiento de la fotografía en el siglo XIX.
El artista plástico Ángel Bobadilla considera que la capacidad de distinguir la textura fina, la lógica y los efectos de la luz y las sombras naturales solamente la tiene el ser humano, y que por lo tanto, la Inteligencia Artificial la debemos valorar en nuestro contexto actual. “Al final la Inteligencia Artificial son algoritmos que utilizan toda la información que existe dentro de su sistema para recrear”.
“Pero no tiene ni historia, ni tiene emociones, ni tiene una visión” declara Érika Sotelo.
Por ello especialistas digitales y algunos artistas coinciden en que con el uso de la Inteligencia Artificial posiblemente nacerán nuevas corrientes artísticas, pero que necesitarán siempre del ser humano para tener un fin, una emoción y un objetivo.
