El pasado 6 de diciembre se celebró el “Acarreofest”... perdón, se trató de la marcha que conmemoraba los siete años del régimen morenista en el poder, como el mismo gobierno oficialista lo anunció.
Ese día, la presidenta Claudia Sheinbaum soltó varias frases y llamó a consolidar el Renacimiento de México y a no perder, sino que al contrario, avivar aún más la llama de la esperanza.
¿Se acordará que en ciudades como en Culiacán las llamas no son de esperanza? En la capital de Sinaloa son reales, es el fuego que provocan los incendios que consumen propiedades privadas.
Los ataques armados, las desapariciones, las extorsiones y la caída de la economía dejan ver que en Sinaloa el gobierno no manda desde hace mucho tiempo.
Las historias de ficción surgen desde Palacio Nacional
Sheinbaum también dijo que por más comentócratas o supuestos expertos que inventen historias de ficción, las alianzas del conservadurismo nacional y extranjero no vencerán al pueblo de México ni a su presidenta.
Pero las verdaderas historias de ficción son las que escuchamos en las conferencias mañaneras, cuando la mandataria dice que todo está perfecto, que somos un país 100% soberano, que la gente está muy contenta y que todo lo malo son hechos aislados.
Mientras las personas en el Zócalo gritaban consignas, el famoso Plan Michoacán, diseñado tras el asesinato de Carlos Manzo , fue burlado con la explosión de un coche bomba frente a la comandancia de policía del municipio de Coahuayana.
El propio Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, dijo que el coche bomba provenía de Colima y el ataque tenía todas las características de una acción por el control territorial entre delincuentes.
Tres policías murieron en ese ataque, entre esas llamas que tampoco fueron de esperanza, sino de una realidad que golpea con fuerza a los mexicanos, porque mientras en el Zócalo todo era alegría, miles de ciudadanos son asaltados, asesinados, extorsionados o simplemente, desaparecidos.
En medio de las llamas de Coahuayana surgió la pregunta: ¿dónde está el gobernador de Michoacán? La respuesta es sencilla, Alfredo Ramírez Bedolla estaba en el mitin morenista, sonriente en favor de la presidenta.
¿En serio necesitan montar eventos que más que celebraciones parecen propaganda? ¿No sería mejor destinar esos recursos a surtir los hospitales de medicamentos?
Pero la duda más importante es:
¿A quién le tiene miedo la presidenta que está tratando de demostrar que todo está bien?