Hoy, 23 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la onomástica del santo Clemente I, el cuarto papa de la historia. Clemente nació en Roma en el siglo I, una época de persecución para los cristianos.
Se cree que conoció a los apóstoles Pedro y Pablo y que fue uno de sus discípulos. En el año 88, Clemente fue elegido papa. Durante su pontificado, se dedicó a fortalecer la Iglesia y a difundir el mensaje cristiano.
San Clemente I fue martirizado
En el año 97, Clemente fue martirizado por su fe. Según la tradición, fue desterrado a Crimea, donde fue condenado a trabajar como esclavo en las canteras. Se negó a adorar a los dioses paganos y, por ello, fue arrojado al mar con una ancla al cuello.
Escribió una carta a la comunidad de Corinto para disciplinarla por haber destituido a sus presbíteros legítimamente constituidos. Esta carta, conocida como la Primera Epístola de Clemente, fue considerada canónica por algunos notables cristianos, incluido Cirilo, patriarca de Alejandría, quien la incluyó en el Nuevo Testamento que presentó al rey Carlos I de Inglaterra.
La Primera Epístola de Clemente es un documento importante para la Iglesia Católica, ya que contiene un rico contenido apologético en varios temas, como la primacía petrina, la justificación, la sucesión apostólica y la unidad de la Iglesia.
En particular, la carta defiende la primacía del papa como sucesor de San Pedro, el primer obispo de Roma. También afirma que la justificación se obtiene por la fe en Jesucristo, y que la sucesión apostólica es la garantía de la continuidad de la Iglesia. Por último, la carta insiste en la unidad de la Iglesia, que se fundamenta en la fe en Jesucristo y en la autoridad de los obispos.
La Primera Epístola de Clemente es un documento valioso para comprender la historia y la teología de la Iglesia Católica. Es una muestra del compromiso de Clemente de Roma con la unidad y la ortodoxia de la Iglesia, y con la defensa de la primacía papal.
Su cuerpo fue encontrado en la orilla del mar y fue enterrado en Roma. Además de San Clemente I, el 23 de noviembre también se celebra la onomástica de otros 13 santos y beatos.
Entre ellos se encuentran:
- San Anfiloquio de Iconio, obispo de Iconio y mártir.
- Santa Cecilia Yu So-sa, mártir coreana.
- San Clemente obispo, obispo de Roma y mártir.
- San Columbano, monje y misionero.
- Santa Felicidad, mártir romana.
- San Gregorio obispo, obispo de Roma y doctor de la Iglesia.
- Santa Lucrecia, mártir romana.
- Santa Mustiola, mártir romana.
- San Severino recluso, eremita.
- San Sisinio, mártir romano.
- San Trudón de Sarquinium, obispo de Sarquinium.
- Beata Margarita de Saboya, princesa y fundadora de monasterios.
- Beata María Cecilia Cendoya y Araquistain, religiosa y mártir española.
La vida y el martirio de San Clemente I son un ejemplo de la fe y la constancia de los primeros cristianos. Su historia recuerda que el amor a Dios y al prójimo puede llevarnos a dar la vida por nuestros ideales.
