El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó este lunes un giro drástico en su estrategia migratoria, al restablecer oficialmente las redadas en granjas, hoteles y restaurantes, sectores históricamente dependientes de mano de obra inmigrante. La medida fue comunicada a través de una directiva interna durante una llamada nacional entre altos funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y representantes regionales.
Esta decisión deja sin efecto una guía anterior que había limitado los operativos en estos lugares de trabajo, la política fue revertida tras presiones desde la Casa Blanca y de parte del propio presidente Donald Trump, quien ha redoblado sus esfuerzos para endurecer el cumplimiento migratorio durante su segundo mandato.
¿Por qué se reanudaron las redadas en granjas y hoteles?
“La aplicación de la ley en los lugares de trabajo sigue siendo una piedra angular de nuestra campaña para salvaguardar la seguridad pública, la seguridad nacional y la estabilidad económica”, declaró la vocera del DHS, Tricia McLaughlin, en un comunicado difundido el martes.
Según McLaughlin, estas operaciones están orientadas a “las redes de empleo ilegales que perjudican a los trabajadores estadounidenses, desestabilizan los mercados laborales y exponen la infraestructura crítica a la explotación”.
La reactivación de las redadas ha provocado reacciones mixtas en sectores económicos afectados, especialmente en la agricultura, la hostelería y la construcción, donde la dependencia de trabajadores migrantes es estructural.
3.000 arrestos diarios como meta presidencial
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) enfrenta una presión creciente para cumplir con cuotas impuestas por la administración Trump. De acuerdo con fuentes internas, Stephen Miller, jefe adjunto de gabinete, exigió que la agencia detenga al menos 3.000 personas por día, una cifra que supera en un 50 % el promedio actual de 2.000 arrestos diarios.
En paralelo, Trump ha apuntado directamente a las ciudades gobernadas por demócratas, exigiendo que ICE expanda sus operaciones en lo que denominó “el Centro de Poder Demócrata”. En sus palabras, al regresar de la cumbre del G7 en Canadá, el presidente fue claro: “Vamos a buscar en todas partes, pero creo que el mayor problema está en las ciudades internas”.
Sectores afectados y protestas nacionales
Entre los puntos críticos intervenidos en las últimas semanas figuran granjas en el medio oeste, proyectos de construcción en Texas, y hoteles en Massachusetts. En Nantucket y Martha’s Vineyard, ICE arrestó a unas 40 personas solo en el último mes.
La ofensiva migratoria ha generado un efecto de temor generalizado en los sectores productivos que emplean a miles de trabajadores sin papeles. Este endurecimiento ya ha desatado protestas en ciudades como Los Ángeles, donde miles de personas marcharon durante el movimiento “No Kings”, y llevó al gobierno federal a desplegar tanto la Guardia Nacional como a los marines para contener las movilizaciones.
