Adela tiene la ilusión de su fiesta de XV años, pero su papá se queda sin trabajo y el poco dinero que tienen no les alcanza para solventar ni la fiesta ni sus gastos básicos, por lo que corren el riesgo de que los corran de su casa, y su abuelita comienza a rezarle a San Cayetano para que le dé un trabajo al papá de Adela.