Maruja está obsesionada con quedarse con las niñas, pues sabe que tiene altas posibilidades de hacerlo al haber contratado a un abogado corrupto, y así se puede quedar con la herencia de las niñas ya que ella está en quiebra.
Todos tratan de impedirlo, incluso Enrique le hace ver que ella es la que está cometiendo un error. Al final, y ya con Alberto en la ciudad, se arregla todo y ella termina en un manicomio.