Gerardo tiene muchos lujos en su vida pero no lo que más quisiera, el amor y atención de su padre Julián, quien se la pasa viajando y cree que con el hecho de comprarle cosas su hijo estará bien. Remigia, una señora que les ayuda en casa, es muy devota de Santa Inés y siempre pide porque toda la familia esté en paz. Ale y Lili son dos hermana que perdieron a su madre, actualmente viven con su padre y también son devotas de Santa Inés. El destino hace que Ale y Gerardo se conozcan y cuando ambos se dan cuenta que son devotos de Santa Inés todo mejora en sus vidas.