Alfredo imagina gente y piensa que está en peligro, por lo que vive lejos de su familia, y aunque lo quieren ayudar, él no se deja y piensa que todo es parte de una maldición a su familia. La muerte se le aparece para decirle que sólo le queda un día de via a menos que resuelva su pendiente, pero sigue aferrado a la misma idea y eso lo detiene.