RIVIERA MAYA, QUINTANA ROO.- Los hermanos Carlosy Álvaro Ortizvibran de emoción por jugar juntos en México en el torneo del PGA TOURMayakoba Golf Classicy tener expectativas de plasmar un buen juego y obtener un gran resultado.
“Estoy contento de estar aquí, siempre es bonito jugar en México y representar a mi país, a México, y más con mi hermano, es algo que siempre hemos soñado y lo vamos a hacer lo mejor posible”, declaró Carlos.
En cuanto al hecho de integrar la lista de ocho mexicanos en la edición 13 del Mayakoba Golf Classic, comentó que eso habla del momento en el que se encuentra el golf en el país y “creo que ya es tiempo de que un mexicano se quede con este trofeo”.
En lo personal sabe que lo más importante es disfrutar la participación y dar el 100 por ciento en este torneo. “Es un campo que disfruto mucho y espero que sea un lugar donde pueda obtener muchos triunfos. Ayuda mucho tener alrededor a los aficionados con su apoyo, no es presión”.
A su vez, Álvaro Ortiz compartió que lógicamente quiere mantenerse en la competencia hasta el domingo, porque su meta inmediata es superar el corte el viernes, porque quiere hacer un juego de lo más fluido y tranquilo, y disfrutar la semana al 100 por ciento.
“Confío en que tengo la habilidad y creo en mí y en mi proceso (de pasar de amateur a profesional), y sé que esta semana puede ser muy importante para mí, pero no le quiero poner más presión y más expectativas de la que ya hay, entonces, quiero ser yo estos días y aprovechar esta experiencia al máximo”, dijo.
Para esta participación siente que llega con el mejor golf que pueda tener, porque ha vivido un año muy bueno golfísticamente de técnica y de toda habilidad, pero también ha sido un 2019 muy duro mentalmente, muy demandante en las últimas semanas, por fallar en Q-School por tener la tarjeta de la PGA Tour para la próxima temporada.
Respecto a compartir el campo en la misma competencia junto a su hermano mayor, Carlos, dijo que “no es la primera vez que estamos juntos en un torneo de la PGA Tour, aunque es la primera vez en México”.
Agregó que “es una emoción indescriptible. Todavía tenemos esa rivalidad que empezó en el Country Club de Guadalajara cuando éramos niños, y decir que 15 años después nos juntamos en la PGA Tour, se me pone la piel chinita”.
