Con todo y polémica, el Bayern Múnich celebró su sextete (el segundo en la historia junto al Barcelona de 2009) gracias al campeonato del Mundial de Clubes. Tigres se quedó con las ganas de hacer historia. Al final, entre sentimientos encontrados, los ánimos se calentaron gracias a la jugada que definió el campeonato alemán.
Robert Lewandowski golpeó el balón con la mano al ir a disputarlo en el aire con Nahuel Guzmán, antes de que Benjamin Pavard definiera al minuto 59 para el triunfo bávaro. Primero se consideró fuera de lugar, pero tras la revisión fue dado por bueno por el VAR. A muchos les pudo parecer error del arquero felino a otros un gol erróneo en favor del monarca.
Fiel a su carácter retador, Guzmán fue a encarar al polaco en plena premiación por la acción, señalando que había golpeado el balón con dicha parte del cuerpo. Todo quedó en reclamos, todo terminó de forma amistosa entre el arquero argentino y sus rivales, terminando en las felicitaciones correspondientes entre futbolistas de ambos planteles.
Nahuel Guzmán reclamó a Lewandowski por la mano que derivó en el título del Bayern. pic.twitter.com/gA2ggWWh2J
— Rafael Rivera (@RafaDato2) February 11, 2021
Con o sin controversia, el resultado fue claro. Los regios estuvieron sólidos en la defensa, pero no tuvieron mayores opciones de descontar, lucharon con lo que tenían ante un rival superior en calidad y cantidad. La diferencia de velocidad entre uno y otro fue mucha loza. Manuel Neuer, un espectador de lujo en el encuentro, ya que no tuvo mayores preocupaciones.
Los alemanes con pocas llegadas liquidaron, sin emplear a fondo el poderío ofensivo que los caracterizó en la pasada Champions League. Así de justo (o injusto) puede ser el futbol. Los del Tuca Ferretti se conformarán con tener la mejor participación mexicana en esta justa como segundos (superando los terceros puestos de Rayos del Necaxa, Tuzos del Pachuca y su odiado rival, Rayados de Monterrey). Fin del sueño mundialista.
Rubén Ramos Duarte/Azteca Deportes
