La temporada 2025 de la F1 terminó, los motores se apagaron… pero las cifras apenas están comenzando a hablar. Y como cada año, el ranking de Forbes llegó para recordarle al mundo una verdad incómoda: en la Fórmula 1, la velocidad importa, pero el dinero manda.
Te puede interesar: Así le fue a Pato O’Ward en los tests de postemporada de la Fórmula 1 en Abu Dhabi
Los diez pilotos mejor pagados acumularon más de 363 millones de dólares, un salto del 15% respecto al año anterior, prueba de que la F1 ya no es solo deporte: es una máquina global de dinero.

Verstappen vuelve a dominar… pero no en la pista
Max Verstappen no fue campeón del mundo, pero volvió a ganar donde casi nadie puede competir: el cheque.
El neerlandés encabezó por cuarto año consecutivo la lista de salarios con 76 millones de dólares, impulsado por un contrato que lo mantiene como el activo más caro —y más rentable— de Red Bull.
Detrás de él aparece una sorpresa que habla más de marketing que de resultados: Lewis Hamilton.
Su temporada debut con Ferrari fue turbulenta, pero su contrato no lo fue en absoluto: 70.5 millones de dólares entre salario y bonos simbólicos. El mensaje es claro: aun cuando los podios no llegan, el peso de su nombre sigue moviendo fortunas.

Te puede interesar: F1: Estos fueron todos los logros que Helmut Marko conquistó en 20 años con Red Bull
El campeón que no dominó esta tabla
Y luego aparece Lando Norris, campeón del mundo… pero tercero en ingresos.
El británico acumuló 57.5 millones, una mezcla entre salario base y una montaña de bonos que McLaren tuvo que pagar después de su coronación histórica. Ganó el título, sí, pero el dinero no siempre premia al más rápido, sino al más valioso comercialmente.
El cuarto lugar quedó para Oscar Piastri, quien cerró 2025 con 37.5 millones de dólares. Una cifra enorme para cualquier piloto… pero significativamente menor que la de sus colegas en la élite.
Forbes recalca que, pese a su talento, el mercado aún lo ve como una estrella en formación, no como un producto global consolidado.
En la F1 moderna, los números lo confirman: los campeones levantan trofeos…. pero no siempre los cheques más grandes.
