El dominio absoluto de Red Bull en la Fórmula 1 ha llegado a su fin. El equipo que parecía imparable en temporadas anteriores, ha hecho una dramática confesión que deja a muchos sin palabras: tras la eliminación de Max Verstappen en el Gran Premio de Austria, su búsqueda por el campeonato mundial de este año podría considerarse terminada.
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La jornada en Austria se convirtió en una pesadilla para Red Bull cuando Max Verstappen, su líder indiscutido, fue golpeado en la primera vuelta por Andrea Kimi Antonelli. Este incidente no solo terminó con su participación en la carrera, sino que también dejó al piloto holandés a 61 puntos de distancia del líder del campeonato, Oscar Piastri.
Para Helmut Marko, asesor de Red Bull, la situación es clara: la ventaja es demasiado grande para recuperarse, incluso con las actualizaciones que el equipo tiene planeadas en las próximas carreras. Marko, visiblemente afectado, expresó con contundencia: “Con esta diferencia y a menos que consigamos alcanzarle pronto, quiero decir, ¿a cuántos puntos está Max ahora? Es increíblemente difícil de recuperar”.
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Un futuro incierto para Red Bull y Verstappen
Lo que parecía ser una temporada de gloria para Verstappen y Red Bull ha dado un giro inesperado. A pesar de los esfuerzos del equipo, la situación parece haber cambiado radicalmente. Christian Horner, jefe de Red Bull, también se sumó a las declaraciones pesimistas, admitiendo que el campeonato ahora está en manos de McLaren y otros equipos que siguen con fuerza.
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“No podemos confiar en que McLaren vuelva a bajar su rendimiento como en Canadá”, comentó Horner, reconociendo que la brecha entre los equipos rivales y Red Bull es cada vez más difícil de cerrar. La batalla por el campeonato ahora parece ser una lucha entre dos equipos, y Red Bull está al borde de rendirse.