El tres veces alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza, murió a los 75 años. Conocido por su estilo directo, su “blindaje” de seguridad y su pasión por el arte, deja un legado tan controversial como aplaudido. Repasamos la trayectoria de una de las figuras políticas más influyentes y singulares de Nuevo León.

Mauricio Fernández Garza, el empresario y político que marcó una era en Nuevo León, falleció a los 75 años tras una batalla contra el cáncer. Miembro de dos de las familias más poderosas de la región, forjó su propio camino con un carácter recio y una franqueza que lo convirtieron en una figura inolvidable. Su carrera estuvo llena de polémicas, logros y un estilo de gobernar que no dejó a nadie indiferente.

Alcalde de San Pedro: El polémico “blindaje” de seguridad

La voz de Mauricio Fernández encontró eco en la política como diputado y senador, donde se hizo legendaria su capacidad para provocar el debate. Su legado se consolidó en San Pedro Garza García, donde fue alcalde en tres periodos. Implementó polémicas estrategias de seguridad que lograron “blindar” al municipio en épocas de alta criminalidad. Su método de mano dura, basado en inteligencia, fue defendido por él mismo. “Llegué en un momento en que San Pedro estaba en una situación muy delicada”, comentó, justificando sus tácticas para devolver la paz.

La milarca: Su legado entre el arte y la controversia

Fuera de la política, fue un apasionado coleccionista. Su fascinación por piezas arqueológicas y obras de arte culminó en la creación de su museo, La Milarca. “El coleccionismo es una enfermedad, pero una enfermedad que disfruto”, solía decir con humor.

Polémico y desenfadado, Fernández Garza fue un político que rompió moldes. Su recio temperamento y firmeza definieron un legado que no se mide solo en estadísticas de seguridad, sino en la huella imborrable que dejó en la política de Nuevo León, encontrando en el servir y el hacer su máxima vocación.