Hace 40 años, cuando un terremoto sacudió a la Ciudad de México, las medidas de seguridad y la preparación eran casi inexistentes. Desde entonces, una de las lecciones más importantes que se aprendió es la necesidad de estar preparados en todos los entornos: en casa, en la escuela, en la oficina. Esta conciencia colectiva ha sido clave para evolucionar.

Según Juan Manuel Espinoza, director de un centro de instrumentación y registro sísmico, la misión de la alerta sísmica es clara: salvar la mayor cantidad de vidas posible ante un desastre.

Es fundamental entender que no es una cuenta regresiva con un tiempo exacto. Su tiempo de aviso depende de la distancia; si estás lejos del epicentro, tienes más segundos para reaccionar, pero si estás muy cerca, es probable que ya estés sintiendo el temblor cuando se active la alarma.

¿Cómo funciona la alerta sísmica?

El sistema funciona con una red de sensores subterráneos. Estos dispositivos envían información a través de una radiotransmisora a una antena que, a su vez, la manda a un repetidor en Acapulco. Víctor Hugo Deseusa Sánchez, quien se encarga del mantenimiento de este sistema, comenta que al inicio, solo había 12 estaciones en Guerrero. Con el tiempo, la red ha crecido para brindar mayor cobertura.

Los equipos están diseñados para monitorear el movimiento del suelo constantemente. Sin embargo, no están exentos de desafíos. Los técnicos enfrentan problemas como el robo de instrumentos en áreas rurales y la sustracción de paneles solares, lo que daña las estaciones y compromete su funcionamiento. Una vez que se completa el mantenimiento, el equipo es sellado para protegerlo.

La información recolectada por este sistema no solo activa las alarmas, sino que también es fundamental para la elaboración de mapas de riesgo. Estos mapas, al mostrar las zonas más vulnerables, permiten a las comunidades identificar dónde es seguro vivir y dónde no. De esta forma, el trabajo de estos equipos no solo se limita a alertar sobre eventos en curso, sino que contribuye a una planificación a largo plazo para un país más seguro.