El piloto de la Fórmula 1, Sergio “Checo” Pérez, demandó a Petróleos Mexicanos (Pemex) por el término anticipado de su contrato de patrocinio, reclama un pago que asciende a 58 millones de pesos.
La demanda corresponde a un contrato de patrocinio que Pemex habría terminado anticipadamente, documento que está a nombre de MGI Asistencia Integral, una empresa de outsourcing de la petrolera.
El contrato fue firmado en octubre de 2018 y concluyó en 2019, de manera anticipada y con mala fe, según lo ha expresado el piloto mexicano, citado por El País.
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Por este incumplimiento, Checo Pérez pidió como medida cautelar el aseguramiento de cuentas de MGI, hasta por 58 millones de pesos; sin embargo, el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Civil rechazó la petición.
Hasta el momento, la sentencia no ha sido publicada por el juzgado, pero ya fue apelada por ambas partes ante un tribunal unitario, por lo que el proceso podría prolongarse por varios meses.
Este es el nuevo #VJM11 que Checo Pėrez estará conduciendo la temporada 2018 de #F1 @ForceIndiaF1 ahora será patrocinada por @Pemex #PinkRedefined#FelizLunes pic.twitter.com/hcyykZgKv8
— Motor Total (@motortotalMX) February 26, 2018
¿En qué consistió el patrocinio?
Pemex anunció, en febrero de 2018, que había comenzado una relación como patrocinador de Checo Pérez, como piloto de la escudería Sahara Force India; el convenio incluía la aparición del logotipo de la petrolera en los trajes de los pilotos y en el monoplaza del mexicano.
En ese momento, Pemex emitió un comunicado donde aseguró que “el atractivo global del deporte entrega un lugar ideal para aumentar nuestra conciencia de marca y mostrar a nuestros clientes, inversionistas y consumidores, la fuerza de la marca que ha entrado a un nuevo ambiente de mercado”.
De acuerdo con El País, en 2019 la empresa productiva del Estado, informó que tenía otras prioridades en su presupuesto. Ese año, el piloto presentó el monoplaza y el uniforme con los que correría para la escudería Racing Point, donde ya no aparecía el logotipo de Pemex.
Ahora, la petrolera debe enfrentar en tribunales la decisión de concluir de manera anticipada el contrato de patrocinio.
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