Bolivia: Bloqueos, desabastecimiento y una crisis sin fin

Bolivia se hunde cada vez más en una profunda crisis política y económica, con los bloqueos de carreteras impulsados por seguidores de Evo Morales entrando en su cuarta semana.

A pesar del desabastecimiento, las pérdidas millonarias y el perjuicio generalizado, el diálogo entre el gobierno de Luis Arce y el sector evista (simpatizantes de evo Morales) sigue estancado, mientras la población sufre las consecuencias.

Aunque el número de bloqueos ha disminuido en los últimos días, 16 puntos de bloqueo persisten en el país, principalmente en Cochabamba, bastión del expresidente Morales.

Estos bloqueos, que se extienden por importantes vías que conectan el oriente y occidente del país, impiden el transporte de bienes y personas, afectando el abastecimiento de productos básicos como alimentos, medicamentos y combustible, y generando pérdidas millonarias para diversos sectores de la economía .

La falta de combustible se ha convertido en una de las principales preocupaciones. Largas filas se forman en las gasolineras, y muchos ciudadanos se ven obligados a recurrir al mercado negro, donde los precios se han disparado.

El desabastecimiento también afecta a los hospitales, que enfrentan dificultades para abastecerse de oxígeno y otros insumos médicos.

El viceministro de Comercio Interno, Grover Lacoa, informó que las pérdidas ascienden a 2.109 millones de dólares debido a los bloqueos. Esta cifra impacta negativamente en la economía boliviana , que ya enfrentaba dificultades.

Además, se teme que la crisis afecte la campaña de siembra agrícola, lo que podría agravar la situación en los próximos meses y generar escasez de alimentos.

En medio de la crisis, se ha registrado una alarmante escalada de violencia contra periodistas que cubren los bloqueos. La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) ha denunciado diversas agresiones, incluyendo amenazas, insultos y ataques físicos.

Un caso particularmente grave es el de un periodista de la red UNITEL, canal aliado de TV AZTECA, y miembro de la Alianza Informativa Latinoamericana, que fue agredido por un bloqueador en la región de Melga, en la carretera Cochabamba-Santa Cruz.

El agresor intentó ahorcar al periodista, quien logró defenderse. “Puse mi mano para evitar la asfixia”, relató el periodista agredido Jurgen Guzman Ribera.

La ANP ha condenado enérgicamente estas agresiones y ha exigido a las autoridades que garanticen la seguridad de los periodistas que cubren la crisis. “No son bloqueadores comunes, son delincuentes”, declaró la ANP en un comunicado.

A pesar de los llamados al diálogo por parte de diversos sectores, incluyendo a la Iglesia Católica y organizaciones sociales, el gobierno y el evismo se mantienen firmes en sus posiciones.

El gobierno condiciona el diálogo al levantamiento de los bloqueos, argumentando que no negociará bajo presión.

Por su parte, los seguidores de Morales exigen el cese de la “persecución política” contra el expresidente, a quien consideran víctima de una campaña de desprestigio orquestada por el gobierno.

En un nuevo giro a la crisis, Evo Morales inició una huelga de hambre indefinida que hoy cumple su cuarto día. El expresidente se encuentra en el Trópico de Cochabamba, y desde allí lidera la protesta, exigiendo la libertad de sus seguidores detenidos durante los bloqueos.

"Bolivia está secuestrada por intereses de unas pocas personas”, es el común sentir de la población afectada, tanto el gobierno como el evismo (simpatizantes de evo Morales) parecen más preocupados por sus intereses políticos que por el bienestar del país.

Mientras tanto, la población sufre las consecuencias de la crisis, con escasez, incertidumbre y un clima de violencia creciente.

La crisis en Bolivia se profundiza cada día que pasa. La falta de diálogo y la intransigencia de las partes amenazan con sumir al país en un caos aún mayor.