¡Oportunidades reales! Con oportunidades de empleo y crecimiento, Luisa Fernanda, una emprendedora de Chihuahua, ha logrado cambiar la vida de decenas de mujeres rarámuris, generando una verdadera prosperidad incluyente.
“El asistencialismo no rompe con los círculos de pobreza, sino que hay que crear proyectos productivos para que realmente puedan prevalecer a través del tiempo”, explicó Luisa Fernanda.
Mujeres rarámuris crean prendas artesanales para superar las pobreza; nuevas oportunidades para indígenas
Hace más de 6 años, Luisa Fernanda creó un proyecto enfocado en el desarrollo integral de las mujeres indígenas rarámuri, el cual les ha abierto la puerta a una mejor vida y a oportunidades laborales reales, que les permita salir adelante.
El proyecto consiste en elaborar prendas de vestir artesanales con la esencia tarahumara, y la primera en unirse al proyecto fue Marcelina, una mujer rarámuri, quien junto con su familia, emigró de la sierra a la ciudad en busca de nuevas oportunidades.
“Yo pensé que las mujeres rarámuris allá en la sierra, mis compañeras, porque yo pase por toda esa pobreza, yo sé que no es tener”, compartió Marcelina.
La mujer rarámuri cuenta que al llegar a la ciudad, se enfrentó a las carencias, discriminación, así como la falta de empleos dignos para personas indígenas; sin embargo, gracias al proyecto de Fernanda, logró superarse. Actualmente, coordina el taller.
Proyecto busca impulsar la vida de las rarámuris a transformar sus vidas con educación y trabajo
Luisa Fernanda, creó una pequeña empresa social, que no requiere donativos ni de particulares y mucho menos del Gobierno. Un proyecto que busca que más artesanas se involucren y puedan cambiar su vida.
Esta empresa demuestra que la verdadera prosperidad se logra a través del trabajo duro, la educación, la colaboración y de la innovación, no de la dádiva.
“Me gusta lo que, lo que hago, yo sé que igual a mis hijos les gusta lo que hago, porque ellos han visto desde que empecé aquí, y a veces mi hijo también me dice: “Yo quiero aprender a coser”, y la niña también (...) He visto un cambio positivo en mi y en mis hijos”, explicó Carmen, mujer Indígena Rarámuri.