Comerciantes establecidos del Centro Histórico volvieron a alzar la voz tras los destrozos y robos ocurridos durante la más reciente marcha en la Ciudad de México (CDMX).
De nuevo señalan al llamado Bloque Negro, grupo que suele aparecer en las marchas y que, según los afectados, actúa con total impunidad.
Aseguran que no se trata de un hecho aislado. Cada marcha que pasa deja daños, cristales rotos y mercancía robada, lo que ha obligado a cientos de negocios a invertir en medidas de seguridad.
¿Qué denuncian los comerciantes del Centro Histórico?
De acuerdo con propietarios de joyerías, textiles, ópticas y locales de electrónica, el Bloque Negro se infiltra entre los manifestantes. Aprovechan la multitud para golpear fachadas, romper puertas y sustraer mercancía.
Sergio Green, joyero del Centro Histórico, afirma que lo vivido en la última marcha demuestra un modus operandi cada vez más agresivo:
“De ver cómo fue el actuar de este grupo, pedimos al Gobierno que se dé seguridad a los comercios y que la policía actúe conforme a la ley”.
Los comerciantes aseguran que, aunque llevan años denunciando la situación, no han recibido una respuesta contundente.
Vandalismo en las marchas: comerciantes denuncian al Bloque Negro por saqueos
Comerciantes blindan sus negocios ante la falta de acción
Debido a los constantes saqueos, muchos negocios han tenido que reforzar sus locales con cortinas blindadas, muros internos y sistemas de seguridad de avanzados.
Vicente Gutiérrez, presidente de la Canaco CDMX, advierte que los agresores llegan equipados con herramientas contundentes:
“Son delincuentes que llegan con machetes, picos, martillos y sopletes para agredir. Hay que aplicar la ley con todo su peso”.
Humberto, otro comerciante afectado, remarca que los saqueos no pueden normalizarse:
“Que realmente se vayan sobre los que están violentando y saqueando. Nosotros pagamos los platos rotos y eso no es aceptable”.
Denuncian falta de respuesta de las autoridades; ¿contra ellos no pueden?
Los afectados denuncian que las autoridades se mantienen al margen mientras los negocios son dañados. Prácticamente, solo ven como se roban la mercancía.
Humberto insiste en que los uniformados no pueden limitarse a observar:
“Que no se queden como espectadores. Ellos tienen un sueldo, nosotros tenemos que ganarnos el nuestro todos los días”.
Mientras no haya una respuesta firme, los comerciantes aseguran que seguirán protegiendo sus negocios por cuenta propia para evitar más pérdidas.












