Votos nulos y abstención récord evidencian el fracaso de la elección judicial
La elección de los nuevos ministros de la SCJN no solo ha tensionado el sistema político, sino que ha abierto un debate profundo sobre la autonomía judicial
El Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó oficialmente a los próximos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un proceso que ha desatado una profunda controversia política y social.
La conformación de este nuevo máximo tribunal ha sido criticada duramente, ya que, para varios actores políticos, refleja una grave afectación a la independencia del Poder Judicial, atribuida principalmente al partido Morena.
La elección y las críticas de los partidos políticos
Durante la sesión del INE, los representantes de los principales partidos expresaron posturas encontradas respecto a los resultados de la elección para ministros. Guillermo Rafael Santiago Rodríguez, representante de Morena, defendió la elección destacando que el ministro electo Hugo Aguilar obtuvo “más votos que todo el PRI junto en 2024”.
Por su parte, Emilio Suárez, representante del PRI, rechazó categóricamente estos argumentos, señalando que “ganaron los votos nulos, ganaron los votos en blanco, ¿de qué se enorgullecen? Es una vergüenza para el sistema electoral mexicano”.
Los datos oficiales señalan que un alarmante 23% de los votos fueron anulados o en blanco, cifra que supera ampliamente el 5% de sufragios obtenidos por el candidato puntero. Suárez denunció, además, la existencia de “acordeones” para inducir el voto—a lo que calificó como una vergüenza y evidencia clara de manipulación.
Récord de abstencionismo y rechazo ciudadano
La jornada electoral del domingo registró la tasa más alta de abstencionismo en la historia de procesos electorales para el Poder Judicial: un 87% de ciudadanos habilitados decidió no participar.
Víctor Hugo Sondón, representante del PAN, aseguró que este “desaire masivo” refleja el hartazgo social y el rechazo hacia una consulta electoral percibida como una “consulta disfrazada de democracia”, en la que la población se niega a aceptar ministros “a modo”, elegidos por popularidad o subordinados al Ejecutivo.
El PAN calificó el proceso como una “farsa para asaltar al Poder Judicial”. Esta crítica provocó una fuerte reacción del oficialismo, representada por el diputado Morena Ernesto Prieto, quien sugirió incluso “quitarle el registro” al PAN por “inhibir la participación” en un ejercicio democrático, declaración inédita y sin precedente en el INE.
Consejeros del INE, observadores silenciosos
En medio de esta fuerte confrontación política, los consejeros electorales del INE permanecieron como testigos mudos, sin intervenir en el debate que ha puesto en jaque la legitimidad del proceso y la percepción de independencia judicial.
