Trump al golpe: impuestos del 50% al acero y aluminio sacuden la industria automotriz
Trump casi prohíbe las importaciones de acero y aluminio, al aumentar los impuestos al 50 porciento; la industria automotriz es la que más sufre.
El presidente Donald Trump anunció un aumento significativo en los impuestos al acero y al aluminio, elevándolos del 25 al 50 por ciento.
Esta medida, enmarcada dentro de su ya conocida guerra comercial, busca fortalecer la industria metalúrgica estadounidense, pero ha generado fuertes críticas por su posible impacto negativo en sectores clave de la economía.
Impuestos afectan la industria automotriz
Los más afectados por esta decisión serían los fabricantes de automóviles, así como los sectores de electrodomésticos y productos enlatados, ya que todos utilizan acero y aluminio en sus procesos de producción.
“Esto provocaría un aumento en el precio del acero, lo que a su vez incrementaría el precio de los insumos para los fabricantes estadounidenses”, advirtió Justin Wolfers, profesor de Economía en la Universidad de Michigan.
La decisión de Trump ha sido bien recibida por asociaciones que representan a la industria metalúrgica, las cuales consideran la tarifa como una bendición para un sector que ha sufrido por el exceso de capacidad global, especialmente por parte de China. “Esta acción fortalecerá a una industria vital que ha sufrido un exceso de capacidad global”, se expresó en un comunicado.
Jojo Burgess, alcalde de Washington, Pensilvania y miembro del sindicato de trabajadores del acero, reconoció que esta medida puede beneficiar a algunos, pero perjudicar a otros. “Nosotros ganaremos dinero, pero otros perderán. Y debemos asegurarnos de equilibrar eso”, afirmó.
También advirtió sobre la inestabilidad que provocan estos cambios: “El efecto Yo-Yo de los aranceles ha generado mucha inestabilidad. No tenemos suficiente consistencia”.
Impuestos en aluminio y acero
Jojo Burgess, alcalde de Washington, Pensilvania y miembro del sindicato de trabajadores del acero, dice que el aumento es un arma de dos filos.
México también podría verse afectado, a pesar de que Estados Unidos le vende más acero y aluminio del que le compra. Ponerle tarifas a México “no tiene sentido”, ya que elevaría los precios de productos en ambos países.
Según la portavoz presidencial Karoline Leavitt, las tarifas no se aplicarán a países que logren acuerdos con EE. UU.; hasta el momento, solo el Reino Unido ha sido exento.
El gobierno mexicano buscará evitar estas tarifas amparado en el tratado comercial con Estados Unidos y en los datos comerciales que reflejan que el mayor beneficiado en esta relación ha sido Estados Unidos.
