El pueblo italiano de Castropignano lucha por no desaparecer. La localidad de la provincia de Campobasso lanzó una estrategia alocada con tal de no convertirse en un pueblo fantasma: rematar las casas vacías.
Cada casa tiene un precio de 0.83 euros, el equivalente a 20 pesos, y se trata más que nada de un valor simbólico, pues los nuevos propietarios de las residencias deberán cumplir con condiciones, como renovar las viviendas, costo que estiman autoridades en 50 mil euros cifra equivalente al millón 200 mil pesos.
La población de Castropignano ha ido en declive desde 1950, cuando tenía 3 mil habitantes. En 2001, eran poco más de mil 100 residentes, y el censo más reciente mostró que sólo quedan 900 personas, de las cuáles, el 60 por ciento, son personas mayores de 70 años.
El envejecimiento y abandono del pueblo se debe a la emigración del campo a la ciudad, pues las generaciones más jóvenes buscan mejores oportunidades de desarrollo en las grandes urbes.
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Para adquirir una de las casas de Castropignano, los interesados deberán escribir una carta para el ayuntamiento en la que describan proyectos y planes en su nuevo hogar, para que así la administración entregue la vivienda en una ubicación idónea. Además, en caso de ser aprobada la solicitud, se deben pagar 2 mil euros como fianza, que serán devueltos cuando termine la remodelación.
Esta no es la primera vez que se registra un fenómeno así en Italia, pues el pueblo de Sambuca, isla de Sicilia, implementó la estrategia ‘Una Casa por un Dólar’, con la que llegaron compradores de Europa y Estados Unidos.
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