El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hizo un llamado para la liberación de la líder birmana Aung San Suu Kyi y al resto de los políticos detenidos en el golpe militar perpetrado el lunes pasado en Myanmar.
Los 15 integrantes del Consejo, incluido México, emitieron un comunicado en el que enfatizan “la necesidad de defender las instituciones y procesos democráticos, abstenerse a la violencia y respetar a plenitud los derechos humanos, las libertades fundamentales y el estado de derecho”.
Medios internacionales destacaron que el lenguaje usado en el comunicado de este jueves fue más suave que el de condenas hechas por gobiernos anteriormente. Especialistas resaltan que esto podría deberse al respaldo universal que busca la ONU, incluyendo de parte de China y Rusia, países que tienen intereses particulares en Myanmar.
Un vocero de la representación china ante las Naciones Unidas resaltó que “deben haber aspectos positivos” en los mensajes para su vecino, Myanmar.
Hasta el momento, el gobierno militar de Myanmar no ha hecho declaraciones públicas.
¿DÓNDE ESTÁ AUNG SAN SUU KYI?
La líder política, de 75 años de edad, no ha sido vista desde el día de su arresto.
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Recientemente, se supo que autoridades presentaron cargos contra la activista por la posesión de seis walkie-talkies que presuntamente fueron ingresados ilegalmente al país, y que eran utilizados sin ningún permiso por el cuerpo de seguridad de Suu Kyi. Los primeros reportes señalan que podría permanecer detenida hasta el 15 de febrero.
Desde que se perpetró el golpe de estado, 147 personas han sido detenidas. Entre los arrestados se encuentran activistas, abogados y oficiales de la organización policiaca creada por el gobierno de la Liga Nacional para la Democracia (LND): Asociación de Asistencia para los Presos Políticos de Myanmar.
El movimiento de desobediencia civil comenzó cuando médicos de Yangon y Naipyidó y otras ciudades dejaron sus puestos de trabajo, afirmando que no trabajarían para el gobieno militar que quería imponer que sus familiares fueran atendidos antes de otras personas.
Poco a poco, el movimiento tomó fuerza y trabajadores de todos los sectores y estudiantes salieron a las calles.
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