El pasado martes, la policía china detuvo a dos hombres sospechosos de haber lanzado al mar a un tercero en la ciudad de Haikou. La víctima, quien perdió la vida, resultó ser hijo de uno de ellos y se reveló que sufría problemas de salud mental. El plan consistía en recibir compensación por parte del seguro.
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Fue el lunes 28 de septiembre cuando el padre, de apellido Yang, de 64 años, contactó a la policía para informar que su hijo, de 38 años, había caído por accidente al mar en el puerto de la ciudad. No obstante, las autoridades notaron un comportamiento nervioso por parte del padre durante el interrogatorio.
A través de unos videos de cámaras de seguridad que la policía obtuvo, descubrieron que el joven realmente fue empujado por una persona que iba vestida de la misma forma que el denunciante. Tras ser descubierto, el sospechoso se declaró culpable y confesó que buscaba cobrar el seguro por la muerte de su hijo.
Sin embargo, éste no actuó solo; un familiar de 50 años fue partícipe en el crimen y se logró detenerlo cuando se disponía a abandonar la ciudad en tren. Fue el mismo martes cuando los servicios de rescate encontraron el cuerpo de la víctima en el mar.
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Después de haber confirmado que se trataba del hijo de Yang, la hermana del atacado contó que ni ella ni su familia podían creer cuando la policía les notificó lo que realmente había pasado. El fallecido vivía al lado de su esposa y de sus tres hijos.
