Una mujer devolvió varios fragmentos de roca robados del sitio arqueológico de Pompeya, la ciudad italiana destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C. La mujer, que no ha sido identificada, envió los fragmentos junto con una carta anónima en la que explicaba que tenía cáncer de mama y que creía que los fragmentos estaban malditos.
En la carta, la mujer escribió que no sabía que robar los fragmentos acarrearía una maldición. “No sabía nada de la maldición”, escribió. “No sabía que no debería haber tomado las piedras. Al cabo de un año me notificaron un cáncer de pecho. Soy una mujer sana, los médicos dicen que es simplemente ‘mala suerte’. Por favor acepte mis disculpas y estas piezas. Lo siento”.
El director del parque arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriege, agradeció la devolución de los fragmentos en un mensaje en las redes sociales. “Estimado remitente anónimo de esta carta… las piedras pómez llegaron a Pompeya… ahora buena suerte para su futuro e ‘in bocca al lupo’ (suerte), como decimos en Italia”, escribió.
Dear anonymous sender of this letter … the pumice stones arrived in Pompeii… now good luck for your future & in bocca al lupo, as we say in Italy pic.twitter.com/vaYlqUudke
— Gabriel Zuchtriegel (@GZuchtriegel) January 9, 2024
Este no es el primer caso de personas que devuelven fragmentos robados de Pompeya por miedo a la maldición. En 2020, una mujer canadiense envió un paquete con restos arqueológicos a Pompeya con una nota que decía: “Quédense con ellos. Dan mala suerte”. La mujer explicó que había sido diagnosticada con cáncer de mama después de robar los fragmentos.
En 2005, una pareja canadiense también devolvió fragmentos robados de Pompeya con una carta en la que pedía disculpas. “Los tomamos sin pensar en el dolor y el sufrimiento que estas pobres almas habían sentido”, escribieron. “Nos sentimos mal y pedimos perdón por esta terrible decisión. Que sus almas descansen en paz”.
¿"Maldición de Pompeya” es una superstición?
La creencia en la maldición de Pompeya es una superstición que se remonta a siglos atrás. Según la leyenda, cualquiera que robe un fragmento de la ciudad romana será castigado con mala suerte. Aunque no hay pruebas científicas que respalden esta creencia, ha llevado a que varias personas devuelvan fragmentos robados.
Los expertos en arqueología lamentan que los fragmentos robados sean difíciles de reubicar porque están descontextualizados. Los fragmentos se encuentran en un contexto arqueológico específico, y su ubicación dentro de la ciudad romana puede proporcionar información importante sobre la historia y la cultura de Pompeya.
