El oro verde de Durango: La historia detrás de la nuez de Nazas

La nuez de Nazas en Durango es mucho más que un simple fruto. Es el resultado de un trabajo ancestral que se transmite de generación en generación.

Por: Rosy Cervantes y Ollinka Méndez

Enclavado en el corazón de Durango, el municipio de Nazas esconde un tesoro natural: la nuez. Conocido como el “paraíso de la nuez”, este rincón del país se ha ganado a pulso su reputación gracias a la calidad y sabor únicos de su producción.

Pero, ¿qué hay detrás de este delicioso fruto? Acompáñanos en un recorrido por el proceso de producción de la nuez de Nazas, un trabajo arduo y lleno de tradición que da como resultado uno de los productos más apreciados a nivel nacional e internacional.

La nuez de Nazas: un fruto de oro

La nuez de Nazas es un producto emblemático de Durango. Su sabor inigualable la ha posicionado como una de las mejores a nivel nacional y ha convertido a este municipio en uno de los principales productores del país. Pero, ¿cómo se logra obtener este fruto de oro?

La temporada de cosecha de la nuez en Nazas se extiende de octubre a noviembre. Durante estos meses, los productores se dedican a recolectar este preciado fruto utilizando técnicas tradicionales. Los garroteros, expertos en la tarea, emplean largas varas para golpear suavemente las ramas de los nogales y hacer caer las nueces.

Este proceso requiere de gran habilidad y cuidado para evitar dañar el árbol y las nueces. Una vez en el suelo, las nueces son recolectadas a mano y sometidas a un cuidadoso proceso de selección y clasificación.

Un proceso artesanal

La producción de la nuez de Nazas es un trabajo artesanal que involucra a toda la comunidad. Desde la cosecha hasta el empaquetado, cada etapa del proceso se realiza con esmero y dedicación. Las nueces seleccionadas son almacenadas en costales y transportadas a diferentes partes del país y del mundo.

La producción de la nuez de Nazas no solo genera riqueza económica para la región, sino que también es una fuente de empleo para muchas familias. Los jornaleros que trabajan en la cosecha y el procesamiento de la nuez desempeñan un papel fundamental en esta actividad. Sin embargo, este trabajo es arduo y requiere de muchas horas de esfuerzo.

La nuez de Nazas es mucho más que un simple fruto. Es el resultado de un trabajo ancestral que se transmite de generación en generación. Su sabor único y su calidad excepcional la han convertido en un producto apreciado a nivel mundial. Al consumir una nuez de Nazas, estamos disfrutando de un pedacito de la tradición y la cultura de este rincón de México.

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