Niños, pecho tierra; enfrentamientos entre criminales le roban la paz a Zitácuaro

Tras los enfrentamientos registrados en Zitácuaro, Michoacán, y los ataques armados en diferentes puntos del municipios, el miedo se hizo presente nuevamente. Uno de los momentos más impactantes fue captado en video y difundido en redes sociales: en él, se observa a niños de la primaria Francisco I. Madero resguardándose dentro de un salón mientras en el exterior se escucha una balacera afuera de la escuela, las ráfagas eran de armas de grueso calibre.

En las imágenes se puede ver a los menores tirados en el suelo, algunos llorando o abrazándose entre sí, mientras una maestra intenta mantener la calma en medio del tiroteo. La escena ha generado indignación y tristeza entre la ciudadanía, que no deja de preguntarse cuánto más puede resistir el municipio ante esta ola de violencia.

En la grabación se escucha a uno de los pequeños preguntar por su mamá, diciendo “Mi mamá se asustó" mientras no deja de llorar. La docente trata de calmarlo y decirle que está bien. También otros alumnos gritan desesperados en medio de los disparos y no se logra distinguir lo que dicen.

En otro video de una secundaria, se observa a los estudiantes tirados en el piso y replegados en las paredes, a lo lejos se escuchan varios alumnos llorando, en ese momento uno de los adolescentes le pide a sus compañeros que guarden la calma y que se tranquilicen, pues les decía que estaban en uno de los lugares más seguros, solo tenían que mantenerse pecho tierra.

La jornada violenta no solo afectó a la zona escolar. De acuerdo con reportes locales, civiles armados atacaron vialidades, quemaron vehículos y provocaron cierres en distintas zonas. Un Oxxo en pleno centro del municipio fue incendiado, mientras los bloqueos con automotores se extendieron a las comunidades cercanas.

El terror fue tal que varias instituciones educativas decidieron suspender clases. La secundaria Nicolás Romero y la Técnica 49 Samuel Ramos anunciaron su cierre temporal, priorizando la seguridad de sus estudiantes ante la amenaza latente.

Este no es un hecho aislado. El pasado 11 de junio, distintas escuelas ya habían optado por suspender actividades debido a un ambiente igualmente violento. Ese día, tras un enfrentamiento armado entre grupos criminales, fueron incendiadas dos unidades de transporte público, lo que dejó un saldo de dos personas muertas. A raíz de ello, varios operadores renunciaron por temor a represalias, dejando en crisis al servicio de transporte local.

Las autoridades estatales y municipales reaccionaron con operativos y reforzamiento de patrullajes, sin embargo, los resultados han sido insuficientes. Pese a los compromisos del alcalde Antonio Ixtláhuac y la coordinación con la Guardia Civil, la violencia ha vuelto a escalar.