La mamá de la pareja de Ana se volvió un fastidio; se la pasa metiéndose en sus vidas y le exige que deje a su hijo. La ‘suegra’ de Ana no se da cuenta que su hijo es mayor de edad y puede tomar sus propias decisiones. Ni a Ana ni a Raymundo, les interesa la diferencia de edad y Ana no permitirá que la siga amenazando.