El océano, fuente inagotable de misterios y maravillas, una vez más nos ha sorprendido con un hallazgo asombroso. A través de las redes sociales, un video ha revivido la emoción de los científicos estadounidenses, que captaron imágenes únicas de lo que parece ser un “dinosaurio” en las profundidades abismales de sus hábitats desconocidos. El protagonista de este metraje es una impresionante cañabota gris, también conocido como tiburón de peinetas.
Lo más sorprendente de esta especie de tiburón, es su escasa evolución a lo largo de ¡200 millones de años! En un mundo donde todo cambia a una velocidad vertiginosa, este ejemplar parece haberse detenido en el tiempo, conservando en gran medida las mismas características, desde la era del Jurásico.
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Así luce el tiburón prehistórico captado en video
A diferencia de sus parientes más evolucionados, que presentan cinco branquias, la cañabota gris desafía las restricciones de la naturaleza, al poseer seis. Esta singularidad la convierte en una verdadera maravilla viviente y nos permite vislumbrar cómo era la vida en nuestro planeta siglos atrás.
Con una envergadura de hasta 8 metros de longitud, la cañabota gris impone respeto en las profundidades marinas. Su ancho y robusto cuerpo, es testimonio de su poder y adaptabilidad a un entorno hostil. Pero, lo que más llama la atención, son sus ojos verdes luminosos, que parecen encerrar siglos de secretos y conocimientos ancestrales.
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El estilo de vida de esta criatura sigue siendo un enigma para los científicos. Aunque han logrado rastrearla en su hábitat natural y captarla en video, su comportamiento sigue siendo un misterio sin resolver.
¿Cuándo ocurrieron estos hechos?
El metraje en cuestión fue obtenido hace aproximadamente 4 años, en julio de 2019 y aunque el tiempo ha pasado, la fascinación que despierta esta grabación no ha disminuido en absoluto. La posibilidad de observar de cerca a un animal de características tan extraordinarias y a esas profundidades es una oportunidad que rara vez se presenta.
Sin duda, este hallazgo nos recuerda lo poco explorado que se encuentra el océano, pues aún hay innumerables maravillas ocultas que aguardan ser descubiertas y la cañabota gris es una prueba viviente de la riqueza y diversidad que alberga el mundo submarino.
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