La estética de las uñas es fundamental, ya que no solo realza la belleza de nuestras manos y pies, sino que también refleja una imagen personal cuidada y limpia, siendo clave en la primera impresión que causamos. Sin embargo, si notas una pequeña mancha en alguna de ellas, es posible que algo no esté del todo bien y que estés ocultando una infección por un hongo.
¿Cómo saber si tienes un hongo en la uña?
De acuerdo a información de Clínica Mayo, una ligera marca blanca o amarilla en las uñas puede ser un signo inicial de una infección por hongos, conocida como “onicomicosis”.
Por lo general, comienza de forma imperceptible y con el tiempo se va expandiendo, si no se trata a tiempo, la infección puede profundizarse y causar decoloración, engrosamiento, deterioro en el borde de la uña, y en casos más graves, volverse quebradiza o deformarse.
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¿Qué factores son los que causan su aparición?
Los especialistas sostienen que los hongos de las uñas prosperan en ambientes cálidos y húmedos, como piscinas, gimnasios, duchas públicas y calzado cerrado o ajustado que no permite una adecuada ventilación. Pero también puede darse por:
1. Contacto directo con superficies contaminadas donde sobreviven los hongos.
2. Lesiones o traumatismos en las uñas que facilitan la entrada del hongo.
3. Uso prolongado de calzado inadecuado o húmedo.
4. Sudoración excesiva y mala higiene que crean un entorno propicio para el crecimiento fúngico.
5. Sistema inmunológico debilitado, como en personas con diabetes, psoriasis o inmunodeficiencias, que dificulta la defensa contra la infección.
6. Factores genéticos que aumentan la susceptibilidad a infecciones por hongos.
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¿Cómo se pueden tratar estas manchas en las uñas?
En primera instancia es fundamental consultar con un especialista para tener un diagnóstico adecuado, descartar enfermedades graves y comenzar un tratamiento oportuno para evitar complicaciones. Por ello, ante cualquier mancha sospechosa en las uñas, la valoración médica es relevante. Por su parte, si presentas algunos de estos síntomas, la atención debe ser inmediata:
1. Las manchas son persistentes, no se desplazan con el crecimiento de la uña o son grandes.
2. La mancha aparece de forma repentina y es única en una uña.
3. Hay cambios en la coloración, engrosamiento, deformidad o separación de la uña.
4. Aparecen manchas oscuras longitudinales
5. Las manchas se acompañan de otros síntomas sistémicos o signos de infección.
