El cantante Pedro Infante se volvió, sin duda alguna, en una de las estrellas más importantes en México, las cuales aún sigue causando impacto con su gran talento; sin embargo, su vida se vio peligrar en varias ocasiones mientras volaba en avión, ya que tuvo varios accidentes aéreos.
Además de tener una gran pasión por la actuación y el canto, el intérprete de 100 años tenía un gusto hacia los aviones, por lo que aprendió a manejarlos, incluso fue en 1955 cuando se convirtió en socio de Tamsa-Transportes Aéreos de México S.A.
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- La primera vez que se accidentó arriba de un avión
Pedro Infante tuvo su primer accidente durante una madrugada de 1947 en Guasave, Sinaloa, cuando el cantante tenía 30 años y decidió volar desde el aeropuerto local después de que terminó una presentación que tuvo con el Trío Metropolitano.
De acuerdo con los testigos, la pista no tenía luz, por lo que les pidió a sus compañeros que la iluminaran con sus automóviles, mientras que ellos le informaban que era una locura, él insistió. Sin embargo, terminó por estrellarse en una cuneta, lo cual le ocasionó una herida en el mentón.
- El segundo accidente en avión con Lupita Torrentera
A pesar del primer accidente que tuvo, el cantante continuó viajando y tomando el papel de copiloto. No obstante, el 22 de mayo de 1949 tuvo un segundo accidente en avión, el cual fue más aparatoso.
En esta ocasión regresaba de Acapulco en una avioneta Cessna bimotor T-50, mas no iba solo, pues estaba acompañado de la bailarina Lupita Torrentera, con quien tuvo a tres hijos: Lupita, Pedro y Graciela, quien falleció cuando tenía un año y medio de edad.
Este accidente le ocasionó una gran herida que comenzaba a la mitad de su frente y terminaba en la oreja izquierda, por lo que perdió su audición del oído y le colocaron una placa de platino, con la cual identificaron su cuerpo cuando murió.
- El tercer accidente en el que perdió la vida
Pedro Infante seguía volando para acudir a sus presentaciones, pero fue el 15 de abril de 1957 cuando realizó su último viaje. En este vuelo también fungiría como copiloto sin pensar que sería el que lo llevaría a la muerte.
A los pocos minutos de despegar, la nave comenzó a tener problemas, así que terminó por caerse en un barrio popular de Mérida, el cual terminó con la vida de todos los tripulantes.
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