Un enigmático “enjambre de terremotos” ha puesto en alerta a un parque nacional de California, donde se registraron más de 100 movimientos sísmicos desde octubre. Esta región, conocida por su tranquilidad y belleza natural, ha comenzado a sacudirse de manera constante, al sorprender tanto a visitantes como a científicos.
El fenómeno se extiende hasta la frontera con Nevada y, en algunos casos, los temblores llegan a sentirse hasta en Las Vegas. Los sismos, de diversa intensidad, no han causado grandes daños, pero su frecuencia y acumulación generan cada vez más preocupación entre expertos y curiosos.
¿Qué hay detrás de esta actividad inusual? Mientras los geólogos intentan descifrar las causas de esta seguidilla de temblores, la reserva se convierte en el centro de un misterio sísmico que podría revelar secretos del terreno.
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¿Qué parque de California está siendo sacudido por desastres naturales?
El Death Valley National Park, un destino famoso por su paisaje desértico y extremos climáticos, ha experimentado una serie de terremotos desde principios de octubre. Este enjambre sísmico ha mantenido alerta a los expertos, quienes explican que no hay un gran terremoto principal, sino una secuencia de eventos de menor magnitud.
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Los temblores más potentes ocurrieron el 25 de octubre, con magnitudes de 4.7 y 4.5, sin causar daños visibles en el parque. Esta actividad está siendo provocada por las fallas geológicas locales, como la Towne Pass y la falla norte del Death Valley.
A pesar de que no se ha producido un desastre significativo, la situación es preocupante, ya que estas fallas son capaces de generar movimientos tectónicos mucho más poderosos.
California es el segundo lugar con más terremotos sísmicos
El Estado Dorado ocupa el segundo lugar en la frecuencia de terremotos en Estados Unidos, solo detrás de Alaska. Según el Atlas Mundial, es una de las áreas más activas en términos sísmicos, junto con Nevada, que ocupa el cuarto puesto. Ambos estados se vigilan de cerca por su alta actividad sísmica.
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Uno de los terremotos más fuertes ocurrió en el 2019, con una magnitud de 7.1, a solo 48 km de donde se están produciendo los sismos en Death Valley. Este evento destacó la vulnerabilidad de la zona y la necesidad de estar preparados.
