Una gran variedad de especies marinas viven en el mar de Florida, en el sur de Estados Unidos, por lo que no es raro para nadie que alguna de ellas se cruce mientras los visitantes se están bañando. Eso fue lo que le pasó a una mujer, quien nadaba por las aguas de la playa de Júpiter cuando una criatura se le acercó y la hizo asustar.
Solo en el Parque Nacional Biscayne, por ejemplo, viven más de 600 especies de peces, mientras que en el Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida hay más de 6,000 especies.
Los expertos en fauna marina del estado están constantemente recuperando ecosistemas que les pertenecen a las especies, por lo que es normal que muchas de ellas se hayan acostumbrado a convivir con los humanos.
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Una criatura se acerca a una mujer mientras nada en Florida
En un video subido a redes sociales, y que tiene más de 4 millones de reproducciones en Instagram, se puede ver cómo un pez verde que tiene forma de anguila se le acerca a una mujer que hacía snorkel en la playa de Júpiter, al sur de Florida.
"¡A veces ocurren encuentros épicos! Las morenas verdes crecen hasta aproximadamente 2.5 metros de largo”, escribió la cuenta Get Up And Go Kayaking-Jupiter, que hace excursiones en kayak en varias playas de diversos estados de Estados Unidos.
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Fue Tamara Barbosa, de 44 años y gerente del local y guía turística, quien grabó el video y dijo que lo hizo porque rara vez se ve a un animal como ese “mucho menos de ese tamaño” en esa playa. “Estaba en el lugar de lanzamiento esperando a que nuestro grupo saliera del agua cuando vi la morena”, dijo Barbosa a Newsweek.
La reacción de la mujer al ver la anguila
Cuando la mujer que nadaba se percató del animal, intentó retroceder unos pasos hacia atrás, como alejándose de ella, pero rápidamente el pez se volteó y se alejó de las personas.
“Cuando empezó a nadar hacia los manglares, noté que había una persona haciendo snorkel, pero al principio solo podía ver sus pies. Esperaba que alguien supiera su nombre para poder llamar su atención, pero me escuchó la primera vez que le dije “hola, amiga”. Le dije con calma que retrocediera porque no quería que se asustara si la anguila se acercaba a ella”, recordó Barbosa.
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La guía dijo que la mujer la escuchó e hizo lo que ella le había pedido. “La anguila nunca amenazó ni nadó para atacar, solo sentía curiosidad y exploraba”.
